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Dicen mal entendido evitó pacto Peña-Bosch

Dicen mal entendido evitó pacto Peña-Bosch

El expresidente Juan Bosch estuvo a punto de materializar una alianza electoral en 1990 con su adversario político José Francisco Peña Gómez, que habría posibilitado el triunfo en los comicios de ese año del líder fundador del hoy gobernante Partido de la Liberación Dominicana (PLD), pero un hecho casi inverosímil frustró el trascendental pacto.

Los líderes políticos acordaron reunirse para esos fines en la casa de una entrañable colaboradora de Bosch, quien asistió al lugar sólo con uno de sus choferes y comunicó a la dueña de la vivienda el motivo de su presencia sin escolta de seguridad.

Peña Gómez nunca llegó hasta el patio trasero de la casa de la cita histórica, con salida a dos calles, la Rafael Augusto Sánchez y la Polibio Díaz, en el ensanche Evaristo Morales, en la Capital, propiedad de la actual cónsul dominicana en Milano, Italia, Natacha Sánchez, porque un vigilante al servicio de la señora le prohibió entrar e insultó al líder del entonces dividido Partido Revolucionario Dominicano (PRD).

“Un viejo que para la época trabajaba con nosotros como sereno y se apostaba en la entrada de la casa con un machete, le impidió entrar (a Peña Gómez) enérgica y amenazadoramente diciéndole que a esa casa no entraba un enemigo de Juan Bosch”,  narró la funcionaria consular.

Bosch, “cuando fueron las 5:00 de la tarde comenzó a impacientarse”, se paró de la silla en la terraza y marchó disgustado al comentar la consuetudinaria impuntualidad de Peña Gómez”.

La amiga del  político y laureado escritor, a cuya casa asistía semanalmente Bosch a tertulias literarias,  se enteró del acontecimiento a través de una de las mujeres de servicio de su residencia que mencionó el hecho.

“Mucho tiempo después, mientras me encontraba en el área de servicio de mi casa arreglando unas flores, una de las muchachas hizo mención del “día que el viejo botó a Peña Gómez”. Yo intrigada, pregunté que de quién estaban hablando y a qué se referían. Fue en ese momento cuando me enteré de lo que realmente había sucedió aquella tarde: Peña Gómez sí había ido a la cita…”, explicó.

Destacó que al parecer a Peña Gómez “no le quedó más remedio que retirarse, quien sabe si pensando que le habían tomado el pelo”.

“Una tarde, serían las 4:00, llegó don Juan a mi casa sin la escolta, sólo con el compañero que le manejaba el auto, algo poco usual en él. Nos sentamos en la terraza y allí me dijo que estaba esperando la visita de Peña Gómez que debía venir  a las 5:00. Pasaba el tiempo mientras conversábamos y cuando fueron las cinco comenzó don Juan a impacientarse. 

Para don Juan, la puntualidad era una virtud innegociable, porque según decía, no se puede jugar con el tiempo de los demás”, precisó.

Comentó que el encuentro había fracasado y con ello toda esperanza de alianza electoral entre ambos líderes para derrotar al presidente Joaquín Balaguer, quien mantuvo el gobierno con  unas cuestionadas elecciones, que hasta motivaron un libro del expresidente Leonel Fernández, entonces secretario de prensa del PLD, titulado “Raíces de un poder usurpado”.

Natacha, quien escribió este testimonio junto a varias anécdotas para registrarlas en un libro sobre la vida del líder político, resumió la narración del episodio en un artículo inédito remitido a este reportero, a propósito del 50 aniversario del comienzo del malogrado período de gobierno de Bosch.

Natacha Sánchez reflexiona sobre el azar, el destino y la fatalidad, al hacer referencia de que en política ese fenómeno suele ser la causa de muchos resultados inesperados, como el caso en cuestión “que indudablemente cambió el curso de los acontecimientos de la época”.

El Nacional

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