Distopía americana

Los escritores en ocasiones suelen abordar un mundo que no existe. Lo hacen por varias razones: Porque es necesario ver hacia adelante; para iluminar el camino que esperamos o tememos que la humanidad pueda tomar, y porque necesitan advertirnos, darnos coraje, examinar la situación, imaginar.

Si esto continúa… La ficción toma esta frase, le agrega una pizca de realidad, algo problemática y lo agranda, lo explora lo detalla, lo lleva más allá. (Si esto continúa, los países estarán divididos por muros y la libertad de expresión, esparcimiento y el conocimiento estará prohibido por ley).

Han pasado 85 años de la publicación de un “Mundo Feliz” de Aldoux Huxley, sobre un niño nacido en las tierras del otro lado del muro y solo conoce el mundo feliz por su madre y cuando este consigue ir del otro lado se encuentra con una sociedad hueca y se siente rechazado.

Hace 68 años de la publicación de “1984” de George Orwell, sobre un mundo totalitario en control de un tirano llamado el Gran Hermano, de quien se desconoce su identidad y se asume que solo es una imagen del Partido que controla la nación, que vigila a cada ciudadano con su policía del pensamiento para borrar de la historia a cualquier persona que pueda encontrar amenazante para su gobierno, donde “la guerra es paz”, y la ignorancia y el control de la tecnología se han apoderado de la voluntad humana.

Solo hace 64 años de la publicación de “Farenheit 451” de Ray Bradbury, sobre un futuro donde la sociedad prefiere nuevos medios de entretenimiento. La caja idiota, percibieron que el contenido desactualizado de los libros eran inútiles. El gobierno tomó estas quejas y se fundaron los nuevos bomberos para incendiar los libros donde sea que estén para mantener feliz la sociedad y ellos mantenerse en poder.

El futuro no está escrito en roca pero sí en tinta y papel desde hace 85 años y la prueba está en la biblioteca más cercana. Donald Trump, quizás el más genial, está haciendo de la ficción realidad. Estados Unidos es convertido en “un mundo feliz”. Quemará bibliotecas “Farenheit 451” cuando no tengamos conocimiento y nos apoyemos totalmente de los celulares estaremos en “1984”.

Ojalá fuera un episodio de la “Dimensión Desconocida. Pero no todo lo que hemos leído está pasando en Estados Unidos. Y si esto continúa no sé dónde pueda terminar