¿Qué Pasa?

Dinero a plazo fijo

Dinero a plazo fijo

Las guerras mundiales nos dejaron cosas importantes, sobre todo la segunda. Cuando el conocido y odiado líder de la esvástica de la Alemania nazi nos enseñaba a través de las acciones bélicas que era muy importante recoger las obras de grandes pintores y escultores para guardarlas en túneles y bunkers de las respectivas ciudades donde lograban arrebatarlas.

Esta vieja estrategia ha sido practicada por las antiguas culturas y Hitler, (que también pintaba) no se quedaría atrás.

Las grandes obras de esos tiempos las conservaron, y gracias a éstas, después de la segunda guerra los países vencedores, que sabían de esto y conocían de su valor las tomaron como botín de guerra. Países como Francia, Rusia, Estados Unidos e Inglaterra son de los muchos que conservan estas obras de arte.

Hoy se hacen subastas de artistas como la coleccion de la familia judia residente en francia Rothschilds , Toulouse, miguel Angel, Leonardo Da Vinci Rubens, entre otros. Ciertamente el creador del nazismo le dio valor a esta nueva forma de atesorar dinero fuera de los bancos.

Al igual que ayer, hoy personalidades adineradas compran colecciones de cuadros y las colocan en galerías o las guardan en residencias seguras, bóvedas de bancos
Fácilmente miles de millones de pesos se encuentran recogidas en obras de pintores dominicanos como Bidó, Tobar, Morel, Vela Zanetti, Elsa, Oviedo y un grupo más amplio.

En Estados Unidos hay gente que tiene millones de dólares en obras. Por lo menos a través de su dinero obtienen las cosas valiosas que trae una obra de arte.

Es que el arte de pinturas y esculturas tiene su precio y se adquiere con mucho dinero. Comete un grave error quien piense que el dibujo debe de pagarse a bajo precio. Lo de Abelardo Rodríguez Urdaneta, por ejemplo, que tiene dibujos sobre papel tiene un gran valor.

Los decoradores hoy en día creen que con tres lineas obtienen el mismo efecto de un buen cuadro. En la actualidad los talentos jóvenes y los ya consagrados están siendo buscados como dinero a plazo fijo, rompiendo aquello trazos de dos líneas de los decoradores, lo mismo pasa con las joyas.

Cualquiera no podrá fiarse de los dineros que deposita en el banco, pero sí fiarse de las obras que conservan en sus bóvedas, que como dinero a plazo fijo aumenta cada día su valor y no sufre devaluaciones ni quiebras.

El Nacional

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