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Dinero, mercado y desarrollo

Dinero,  mercado  y desarrollo

El dinero es esencial para cualquier civilización avanzada, y esta necesidad data desde la edad antigua, ya que se ha demostrado la existencia de algunas formas de dinero en uso en la mayoría de las sociedades “primitivas”. Una variedad inmensa de cosas han sido utilizadas como dinero en una época u otra: conchas, plumas, dientes de tiburón, tabaco y toda clase de objetos.

En aquellas sociedades donde existían el oro, la plata y el cobre, estos metales fueron utilizados más ampliamente como dinero, aún mucho antes de la invención de las monedas acuñadas. Se supone que las primeras monedas fueron hechas alrededor del año 700, antes de Cristo, pero el oro y la plata fueron utilizadas por los babilonios en el año 2,000, antes de Cristo.

El origen histórico de la aceptabilidad general del dinero determinada en un área específica que puede residir en su utilidad intrínseca o en el beneficio que tuvo alguna vez. Pero después ha quedado afianzado en su uso como tal el dinero. Ello, viene a depender simplemente de la creencia de todas las personas que los demás aceptarán.

El dinero tiene como propósito primordial en un sistema económico facilitar el intercambio de bienes y servicios, al menor tiempo posible y con un mínimo de esfuerzo. El dinero es, en general, todo lo que se acepta en pago de una deuda, todo lo que es perfectamente “líquido”. Ahora bien, el dinero se puede definir en términos “legales” y en términos “funcionales” u “operacionales”.

Esta síntesis inductiva, es para determinar que un país no podría desenvolverse libre y adecuadamente sus operaciones de producción y de comercio con la simple existencia de recursos financieros, ya sean que estos se hayan canalizados hacia las entidades o bien que estén en manos de personas y empresas o industrias.

Entonces, para que República Dominicana pueda tener una efectiva evolución en su desarrollo económico, es necesario que tales fondos tengan cierta flexibilidad y movilidad para ser transferidos de una persona a otra, o bien entre instituciones y empresas.

Por consiguiente, es necesario cierto tipo de organización que facilite o que promueva la circulación de dichos fondos entre los diversos sectores de la economía nacional.

Es necesario, el mercado de valores, para crear los instrumentos representativos de capitales y créditos. Así, proporcionar un mecanismo que facilite la liquidez a los inversionistas. Preparar bases e instituciones adecuadas para asesorar a capitalistas nuevos, o a las empresas que deseen colocar crédito o de capital; y ubicar una herramienta para la administración de inversiones en calidad del conocimiento financiero.

Todo este corolario, nos subraya que el dinero se distingue de los bienes por el hecho de que su precio no puede variar, ya que es siempre igual a la unidad. Los precios de los bienes fluctúan, por lo general, libremente. Por tanto, una cualidad característica del dinero es la rigidez de su importe.

Se evidencia, que el dinero se acepta siempre y le concedemos valor porque en cualquier momento podemos cambiarlo por bienes que poseen un coste en uso. El acento de la valoración del dinero es solo un reflejo de su poder en los bienes que se pueden adquirir con él.

Este es un trayecto analítico a un rayo económico en el marco del origen y la razón del valor que siempre tiene el dinero, el mercado, y justamente, la valoración como puntal de desarrollo de un país con inversiones que no resulten espejismo o peor medio brumoso de una reserva del valor financiero nacional inexistente.
El autor es periodista, analista y consultor geopolítico.

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