El pronunciamiento del Senado contra de las observaciones del presidente Medina al Código Penal, fue por negociación de poderes con las iglesias, especialmente con la católica. Es la conclusión más razonable mirando argumentos especializados, entre ellos, las opiniones expertas de abogados constitucionalistas del país, que dejan ver la debilidad de los razonamientos dados y muestran el desacierto legislativo.
Opina el Profesor Eduardo Jorge P.: “Es preciso indicar que la consagración constitucional de la inviolabilidad de la vida desde el momento de la concepción no debe entenderse como una exigencia al Estado de que la protección del derecho a la vida se ejecute siempre a través del Derecho Penal.
Este principio puede perfectamente coexistir con la despenalización del aborto para ciertos supuestos (peligro de muerte para la madre, violación, etc.). Los derechos no son absolutos e incluso el derecho a la vida tiene sus límites como lo explica el hecho de que el Código Penal permite matar en legítima defensa y ello no contraviene el mandato constitucional de la inviolabilidad de la vida. Por eso es inconstitucional la penalización del aborto en todas las circunstancias”. (http://hoy.com.do/el-derecho-a-la-vida-digna-de-la-mujer/).
El Profesor Cristóbal Rodríguez, dice: “Si bien el legislador tiene facultad constitucional para establecer límites al ejercicio de los derechos, la misma se encuentra limitada, en materia de suspensión del embarazo, por la necesidad de reconocer y tomar en consideración derechos de la mujer: libertad, dignidad, libre desarrollo de la personalidad, entre otros muchos.
Del mismo modo, hay un conjunto de preceptos constitucionales, los cuales actúan como garantías normativas de los derechos, que también debe tomar en consideración el legislador en cumplimiento de la indicada facultad: principio de razonabilidad, respecto del contenido esencial de los derechos, principio de proporcionalidad, etc.” (2012. La interrupción del embarazo: Análisis constitucional para el debate).
El sacerdote católico Fray Julián Cruzalta, teólogo mexicano, que dirige la Comunidad Ecuménica Magdala, ha estado en nuestro país dos veces y entre sus conversaciones, podemos recordar algunos de sus consejos: ” Debe haber más silencio de los hombres de la iglesia, porque ellos, no se embarazan”; “Es muy grave que un tema de salud y social sea tratado como si fuera esencialmente religioso”; “Es un tema de los no nacidos, pero también de los que ya nacieron”; “No se puede hablar de combatir el aborto sin hacer nada por mejorar la educación sexual o disminuir las causas sociales de este problema”.
Opiniones versadas que sabemos, Uds. honorables, conocen. Sería terrible que se impresionaran en contra de los derechos de la mitad de esta nación, las dominicanas!
