Editorial

Discurso oportuno

Discurso oportuno

En su discurso ante la Septuagésima Primera Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), el presidente Danilo Medina denunció lo que podría definirse como un tipo de capitalismo salvaje que signa las relaciones entre países ricos y países pobres.
Esa relación desigual, conforme al planteamiento del jefe de Estado, está matizada por el proteccionismo que aplican países desarrollados al interior de sus fronteras, mientras obligan a naciones en vías de desarrollo a cumplir con los tratados de libre comercio.

Un dato revelador expuesto por el presidente Medina sobre el proteccionismo de las grandes economías, es el que refiere que Estados Unidos emplea en promedio anual US$97,800 millones en subsidios agrícolas, y la Unión Europea 408 mil millones de euros en cinco años para los mismos fines.

Es a partir del propio drama dominicano, que el mandatario reclama que los países desarrollados deben dar pasos concretos para para llevar a la práctica el ideal de comercio libre y justo, pues el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos (DR-Cafta) sólo ha servido para desplazar del mercado a productores nacionales.

El otro aspecto con el cual el Presidente describe el tipo de capitalismo salvaje que rige las relaciones Norte-Sur se refiere a los flujos financieros internacionales, que en vez de promover desarrollo y productividad, son usados como motivos de evasión o blanqueo de capitales.

Medina recordó que una crisis puramente financiera, como la que se desató en 2008, a partir de la quiebra de Lehman Brothers, puso en peligro los esfuerzos de años o décadas de desarrollo de muchas naciones emergentes, que hoy claman por mercados financieros más estables, más predecibles y mejor regulados.

Con toda razón, el presidente dominicano ha tildado de hipócritas a las grandes economías que imponen regulaciones comerciales y de movimientos de capitales que nunca cumplen, al punto que la gran mayoría de los paraísos fiscales operan bajo jurisdicción de los países ricos.

El discurso del presidente Medina ante la ONU ha sido conceptuoso, valiente y oportuno porque denuncia y describe un tipo de relación comercial y financiera, mediante la cual las grandes economías subyugan a naciones pobres o emergentes a las que condenan al atraso perpetuo.

El Nacional

La Voz de Todos