El presidente Danilo Medina pronunció ayer ante la III Cumbre Empresarial de las Américas, en Lima, Perú, un discurso temático cuyo contenido recoge el dilatado reclamo de América Latina de poder acceder a un comercio internacional con justicia, equidad y transparencia.
Esa reunión de empresarios y expertos sirve de antesala a la VIII Cumbre de las Américas que reúne desde hoy a más de veinte mandatarios del continente en la capital peruana, por lo que se define como muy importante la comparecencia del gobernante dominicano ante ese foro.
Tuvo razón el Presidente al advertir que para poder incrementar la competitividad industrial naciones del continente requieren fortalecer plataformas fiscales y mejorar la infraestructura, aunque es preciso señalar que la modalidad de comercio injusto o excluyente es impuesta por bloques de naciones desarrolladas.
Se puede definir como contundente o dramática la revelación hecha por el mandatario dominicano en torno a que América Latina ha perdido en 70 años más de la mitad de su participación en el comercio mundial, de 12 % a un 5,8 %, lo que explicaría los elevados índices de pobreza y marginalidad en el continente.
Para que se tenga una idea sobre el notable retroceso que ha sufrido la región en materia de comercio internacional, el presidente Medina refirió que China, Japón, Corea del Sur y Malasia, que antes tenían una participación menor, hoy poseen el 28% en el comercio global.
A lo que se aspira es a que el Gobierno impulse o promueva de manera decidida el conjunto de propuestas que el jefe de Estado formuló ante la III Cumbre Empresarial, porque la economía dominicana, para poder crecer de manera sostenida requiere mejorar su portafolio exportable y plataforma fiscal.
Las naciones asiáticas, que como señaló el Presidente, han arribado a las puertas del desarrollo, derribaron barreras arancelarias, modernizaron infraestructuras orientadas a las exportaciones y mejoraron sustancialmente su oferta exportable, a la que, obviamente, agregaron valor y convirtieron en altamente competitiva.
El empresariado nacional debería asumir el contenido de todo lo expuesto por el presidente Medina en esa cumbre empresarial y reclamar del Gobierno que pase del dicho al hecho y reemprenda la larga caminata hacia una mejor participación de República Dominicana en el comercio internacional.
