Todos los que anhelamos que en el movimiento deportivo y cultural se produzca una revolución que cambie radicalmente la forma de como se está manejando el deporte, tenemos que apretar el paso.
Esto así, porque los perversos y depredadores que han asaltado al movimiento deportivo de República Dominicana, cada día dan más señales de que su único interés es satisfacer sus necesidades personales.
Vemos con impotencia como dirigentes deportivos se pasean por las calles de Dios en lujosos vehículos y viajan al exterior con dietas altísimas en dólares, mientras los atletas que son la materia prima, asisten a los escenarios en voladoras, y cuando les toca representar el país en el extranjero, reciben dietas tan pírricas que no les da ni para comerse un perro caliente diario.
Créanme, que no exagero. Simplemente trato de plasmar aquí una frustración casi general que están viviendo miles de deportistas, que por una razón u otra han decidido hacer fila en algo tan apasionante como es el deporte.
¿Así vale la pena?.
Juegos Provinciales
Las cosas que se ven en este país no tienen ni padre ni madre.
Mientras las federaciones deportivas no pueden cumplir con sus programas por faltas de recursos, el Ministro de Deportes, Felipe Payano, derrocha millones de pesos en unos Juegos Provinciales, que no son más que una chercha sin sentido.
Un justa que posterior a su apertura no se habla más de ella, porque las competencias, unas no se celebran y otras carecen del más mínimo nivel técnico.
Con los mismos, se pretende ocultar la crisis por la que atraviesa el deporte a nivel nacional.
Pero lo más penoso es ver como muchos se van con ese amague. Seguro que tendrán sus razones; aunque hay que reconocer que el Jay cuando fue basketbolista hacía una buena pantalla.
