Soy partidario de que sean reconocidos en vida todos los ciudadanos que por su correcto accionar han sido un ejemplo para la sociedad. Pienso que sería una manera de devolverle algo de lo que han aportado en su paso por esta tierra de ingratitudes e ingratos.
Es una forma, además, de tratar de hacerlo sentir bien, demostrarle que su esfuerzo para que haya un mundo mejor tiene mucho valor, que es bien recibido.
Y, para ser coherente con mí pensar, cumplo hoy, aunque un poco tardío, con el deber de reconocer públicamente a un honorable ciudadano que durante toda su existencia ha sido un referente moral y profesional desde los distintos frentes que ha combatido.
Me refiero al humanitario y excepcional neurocirujano, al eficiente maestro, al padre ejemplar, y sobre todo, al deportista las 24 horas del día, me refiero al doctor José Joaquín Puello Herrera.
He tratado al doctor Puello Herrera desde 1981 cuando ingresé a la crónica deportiva de manos de mí hermano y colega Heriberto Morrison, en esa ocasión editor deportivo de El Nuevo Diario, y la verdad que ha sido de lo mejor que me ha podido pasar.
Cuanta educación, respeto, responsabilidad y seriedad en una sola persona. Muy pocos son como José Joaquín.
Estoy claro que lo mucho que pueda escribir de la vida ejemplar y de servicios a la sociedad del doctor José Joaquín Puello Herrera será insuficiente, muy insuficiente, porque para los prohombres como él no hay escrito que puedan compensar su estatura histórica.
Por eso, hoy me inclino reverentemente ante la figura de ese ilustre ciudadano y le pido al señor que le dé larga vida y salud para que pueda continuar sirviendo como lo ha hecho hasta hoy día. Gracias José Joaquín por ser como eres, un hombre de bien.
Juegos Panam
No quiero ser pájaro de Mal Agüero, pero la verdad que no estoy muy optimista con la participación dominicana en los Juegos Panamericanos de Guadalajara, México, que inician el 14 de este mes.
Muchos factores han incidido para que los atletas que nos representarán en esa difícil justa no se hayan puesto al punto. Pero además, ustedes me perdonan, yo no veo el talento necesario para competir de ahí ahí con los adversarios que estarán en ese evento.
Ojalá esté equivocado, se lo digo de todo corazón, pero .Vuelvo.