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Disparos

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Por ser una instalación histórica y con sede en el Distrito Nacional, el Centro Olímpico Juan Pablo Duarte (COJPD), se ha convertido en el foco de atención de la ciudadanía y, en especial, de los deportistas, por la forma en que lo han ido destruyendo poco a poco para darle paso a la construcción del Metro y de un elevado.

Sin embargo, no es sólo el COJPD que se está cayendo a pedazos, sino también casi todas las instalaciones deportivas del país, incluyendo los 115 multiusos que dejó a punto de mate el gobierno de Hipólito Mejía.

Si usted hace un recorrido por el interior podrá constatar, personalmente, que los plays, canchas de baloncesto, pistas de atletismo,  piscinas -donde existen- y todas las instalaciones deportivas, en sentido general, están en un avanzado estado de deterioro  por falta de mantenimiento.

No tiene sentido que a cada momento el Estado invierta el dinero de un sacrificado pueblo en la construcción de instalaciones deportivas, para que luego funcionarios y dirigentes deportivos indolentes permitan que las mismas se conviertan entre sus ojos en potreros de caballos y todas clases de animales.

Nos gustaría saber qué impide al señor ministro de Deportes y Recreación (MEDIREC), Felipe -Jay- Payano, darle el mantenimiento que requieren las diferentes instalaciones deportivas que existen en todo el territorio nacional.

Y nos hacemos la interrogante, porque tenemos constancia que para otros renglones, muchos menos importantes, aparecen los “podridos” cuando se requieren.

El señor Payano debe entender que las reparaciones y mantenimiento de las instalaciones deportivas son de su entera responsabilidad. Además, tendrá a su favor que si cumple con su deber logrará salir más en los medios de comunicación, algo que tanto le agrada.

¡Cuestión de voluntad política, eso es lo que falta, señor ministro!

El Nacional

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