Indudablemente, que la dirigencia de la Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL) escogió el camino más fácil al decidir alquilar la selección nacional a una empresa privada.
El triste pretexto enarbolado por la Fedombal para justificar tan infeliz negocio, fue que cediendo la administración del quinteto tricolor a un particular evitan las constantes deudas en que incurre dicha institución para el mantenimiento del seleccionado nacional masculino.
Sin embargo, a simple vista, esa cuestionada decisión, más que todo, demuestra con claridad meridiana la incapacidad de la gran mayoría de los dirigentes que están al frente del movimiento deportivo en República Dominicana.
Es penoso que sea después de tantos años que el presidente de la Federación de Baloncesto, ingeniero Frank Herasme, se haya dado cuenta que esa entidad no tiene una estructura interna que pueda manejar determinados aspectos internos del seleccionado dominicano.
Más que esa excusa, la realidad es otra. Sencillamente, el empresariado ha perdido la confianza en la Fedombal, por lo que le ha retirado su apoyo para los eventos que organiza tanto a nivel nacional como internacional.
Y, a falta de un respaldo sólido como el que brindaba el empresariado dominicano al basket, no podía venir otra cosa que no fuera el caos permanente en el seno de la organización.
Ahora, ¿por qué se van los comerciantes del baloncesto? No hay que ir muy lejos para encontrar la respuesta. No observan en la dirigencia de la Fedombal una política correcta en el manejo de ese deporte, y que cada día el panorama luce más oscuro, lo que en consecuencia no le garantiza que sus productos tendrán una buena imagen hacia el consumidor.
Los permanentes líos, sobre todo de incumplimiento de acuerdos económicos, con entrenadores, gerentes, comercializadores, jugadores, periodistas y hasta con instituciones rectoras del baloncesto a nivel mundial, son parte responsable de la pérdida del prestigio del deporte del aro y el balón.
Hay que superar todo esto para poder estructurar una selección nacional estable para el presente y el futuro.
Sabemos que esto no es fácil, pero con el esfuerzo de los buenos deportistas se puede lograr ese objetivo.
