Deportes

Disparos

Disparos

La gestión de Felipe -Jay- Payano al frente del Ministerio de Deportes (MIDEREC), pasará a la historia como la más recordada de todas por los deportistas de la República Dominicana. Esto así, porque en la misma se destruyó un templo del deporte dominicano como es el Centro Olímpico Juan Pablo Duarte.

 Se devastó una obra tan importante como esa, con la complicidad de un funcionario permisivo, que está precisamente, para velar  por el buen funcionamiento de las instalaciones deportivas que levanta el Estado en toda la geografía nacional.

Pero lo más grave de todo, es que Payano no sólo respaldó que el Centro Olímpico fuera destruido en toda la periferia y convertido en un “chiquero”, sino, que también para satisfacer su ego personal construyó dentro del mismo suntuosas obras que acabaron con gran parte de la vegetación del ex-pulmón de la capital.

La disminución a su mínima expresión del COJPD, no tiene justificación valedera bajo ningún concepto. En ninguna parte del mundo se ha visto que se destruyan cosas positivas que existen para darle paso a un llamado progreso. Se buscan alternativas.

Pero la gestión del señor Felipe Payano será recordada, no sólo por esa barbaridad cometida contra el Centro Olímpico y de la que él fue partícipe con su apoyo, sino, también por su insensibilidad demostrada con los cerca de 115 multiusos construidos por el gobierno de Hipólito Mejía en el período 2000-2004.

 En siete años de mandato en la MIDEREC, ha permitido que éstas instalaciones se deterioren progresivamente, con lo que impide que se puedan realizar las actividades deportivas y recreativas que celebraban los moradores de muchísimas comunidades del país.

Los multiusos han sido abandonados a su suerte por un funcionario que parece desconocer lo que es la continuidad del Estado. Un ministro que todo ese largo tiempo se lo ha pasado haciendo bultos en los medios de comunicación anunciando la celebración de eventos de baja monta, que más que ayudar el deporte sólo sirven para su proyección personal.

Señor ministro, entiendo que dirá que esta columna la hice con el propósito de indisponerlo con el presidente Leonel Fernández. Pero usted puede pensar lo que desee, porque en lo personal me da lo mismo que a usted lo dejen en la Miderec por el resto de su vida. Ni me va ni me viene.

Ahora, lo sentiría por el deporte, porque ya usted luce apagado, un funcionario sin iniciativa, sin acciones concretas, sin ideas nuevas que favorezcan el deporte, en definitiva, un funcionario que no está en capacidad de conducir la nave de la Miderec a puerto seguro.

El Nacional

La Voz de Todos