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Domingo Savio Incertidumbre en víspera inicio proyecto

Domingo Savio Incertidumbre en víspera inicio proyecto

La incertidumbre y preocupación convergen en los hogares de los habitantes de los tres barrios que serían intervenidos para dar paso a la transformación del sector Domingo Savio, ya que dicen desconocer cuál será su paradero. Mañana comienza el plan con el traslado de las primeras 25 familias.

Aunque en la ribera de la margen occidental del río Ozama habitan 1,400 familias, se contabilizan unas 15 mil cuando se incluyen los sectores La Ciénaga, Los Guandules

La Unidad para la Readecuación de La Barquita y su Entorno (URBE), afirmó que tiene todo listo para iniciar mañana el plan piloto con las 25 familias, que según ellos, fueron indemnizadas.

El director del proyecto, José Miguel González Cuadra, dijo que el plan piloto tiene varias fases, la primera de ella es que los afectados estén de acuerdo con su reubicación.

Las primeras familias que recibirán la indemnización, se mudarán en lugares seleccionados por ellos mismos, dijo el funcionario.

Destacó que luego del traslado de las familias de las zonas más vulnerables, se iniciará la intervención y la construcción de cuatro escuelas con dos estancias infantiles.

Agregó que dos de esos centros se construirán en Los Guandules y otros dos en La Ciénaga, ya que ello ha sido una de las mayores demandas de los pobladores de ambos lugares.

“Si logramos concluir la primera etapa rápido (la reubicación de 1,400 familias) vamos a poder comenzar las escuelas más rápido, porque ya están diseñadas, el Ministerio de Educación ya las conoce y solo están en la espera de que nosotros les demos luz verde”, dijo.

Explicó que luego de reubicadas las familias que viven en mayor riesgo y de construida las escuelas, se procederá a abrir accesos para organizar el barrio y llevar servicios como agua, tendido eléctrico, recogida de basura, transporte, áreas de recreación y deportes.

La Urbe también tuvo a cargo el proyecto “Nueva Barquita”, que albergó a residentes de la Vieja Barquita, ubicada en la orilla de dicho afluente, en el sector Los Mina, en Santo Domingo Este.

El presidente Danilo Medina anunció el proyecto de desalojo de la zona en el año 2016, y luego formó una comisión encargada de su ejecución.

En el mismo se invertirán unos cuatro mil millones de pesos en la remodelación, que incluye el traslado de las mil 400 familias residentes en la ribera del Ozama, un punto considerado como el más vulnerable a inundaciones.

El Gobierno no contempla construir viviendas en esa zona, debido a la vulnerabilidad sísmica e hídrica, ya que, según expertos, la misma presentará un riesgo de inundaciones y terremotos de 67% en 50 años, por lo que fue declarada “no habitable”.

Sin embargo, muchas de las familias consultadas en ambos sectores, ubicados en la ribera del Ozama, aseguran que no han sido notificadas.

La mayoría de los consultados mantiene su posición de que un posible traslado debe hacerse en base a la entrega de viviendas, y no dinero, aunque algunos se expresaron a favor del efectivo, principalmente en Los Guandules.

Joaquín Castillo, presidente de la Junta de Vecinos La Unión, en La Ciénaga, aclaró que ningún funcionario gubernamental ha notificado que se iniciará el desalojo mañana, y dijo que el diálogo con el Gobierno fue paralizado al no llegarse a ningún acuerdo.

“Dejamos de ir a las reuniones con la URBE debido a que ellos solo ofrecen dinero por cada casa, y nuestra posición es que sea una casa por otra, es decir, que a las familias se les entregue viviendas y no dinero”, afirmó el dirigente comunitario.

Mientras, Rafael Díaz Frías, miembro de la junta directiva de la entidad, cree que si es solo dinero que se les entregará a los propietarios, debe ser una compensación que les sirva para construir una casa.

De su lado, Alcibíades Cuevas y Samuel Andrés Sánchez, residentes en La Ciénaga, opinaron que el Gobierno debe aclarar cual será el destino de los habitantes de la zona.

“Yo tengo 40 años viviendo aquí en mi casa, y no es justo que a alguien se le meta en la cabeza realizar un desalojo y no darles una vivienda a los propietarios”, opinó Cuevas.

Indicó que los diferentes gobiernos siempre han prometido desalojar la zona, tras recordar que en la década de los 70s se trasladó a varias familias del lugar hacia un proyecto habitacional, ubicado en Las Caobas. “Eso nunca pasó de ahí, fueron muy pocas las familias beneficiadas”, dijo.

De su lado, Mario Antonio Castro, residente en la calle La Altagracia, en Los Guandules, considera que el Gobierno no ha manejado bien la situación.

“Eso es absurdo, ningún gobierno puede hacer un desalojo en un lugar sin coordinar con los residentes. Para ello debe ponerse de acuerdo con los propietarios de viviendas para que éstos no resulten afectados”, dijo, tras afirmar que no ha sido visitado por los empleados de URBE.

Aclaró que no se opone al desalojo, pero advirtió que el mismo debe realizarse sin afectar a los lugareños, ya que, según afirma, allí hay muchas casas buenas, incluso, de dos niveles.

Aseguró que el afán del Gobierno por realizar el desalojo tiene su origen en las presiones que hace la Comunidad Europea, ya que, de acuerdo a su opinión, empresarios del viejo continente habrían adquirido una parte de la ribera del Ozama.

Sobre el tema también se expresó María Navarro, quien dijo que las comisiones de URBE solo van al lugar a medir y no informan nada a los residentes en el sector.

“Solo vienen y miden, pero no le informan nada a uno, ellos tienen que tener presente que aquí hay muchas casas de valor y que cada día las viviendas están más caras”, dijo.

Mientras, Mirian Rocha y Teófila Schuerer, ambas residentes en Los Guandules, expresaron que el Gobierno no les ha notificado sobre el lugar donde serán reubicadas las familias.

Afirmaron que hace meses que empleados del organismo fueron a medir y a tomar datos, pero que no se llegó a ningún acuerdo sobre su futuro.

EN NÚMERO

En La Ciénaga y Los Guandules
viven cerca de 15 mil familias. El Gobierno tiene previsto el traslado de mil 400 que residen en la ribera del río Ozama, donde el afluente inunda muchas de las casas ubicadas en el lugar durante la temporada de huracanes.

UN APUNTE

Miseria a la vista

En La Ciénaga y Los Guandules residen miles de familias en condiciones infrahumanas. El Gobierno decidió remodelar la zona del sector Domingo Savio, que incluye ambas comunidades. La falta de empleos es uno de los principales males de esos sectores, unido al analfabetismo y el abandono a que han sido sometidos por los gobiernos, según afirman residentes y dirigentes comunitarios entrevistados por reporteros de El Nacional. Todos coinciden en criticar a los políticos, y afirman que éstos solos visitan en campaña.

Juan Julio Gómez

Veterano periodista que escribe temas internacionales sobre geopolítica, deportes y asuntos bíblicos. Ha trabajado para varios medios internacionales durante su larga trayectoria en la carrera.