PHOENIX, AP.- El Juego de las Futuras Estrellas es un evento único en el béisbol, con promesas bien cotizadas que en muchos casos se encuentran jugando por primera vez en un estadio de Grandes Ligas. Y aunque ambos equipos tratan de conquistar el partido, salga quien se lleve la victoria, todos salen ganando.
Así fue la actitud del Equipo del Mundo luego de la derrota por 4-6 sufrida ante el Equipo de Estados Unidos en la 13ra versión del este partido de los mejores prospectos de liga menor, parte de las actividades del 82 Juego de Estrellas que se celebrará aquí el martes.
Hubo poco trueno de los bates del Equipo del Mundo, con la excepción del sexto inning. En dicha entrada, los dirigidos por González anotaron cada una de sus cuatro carreras y tomaron la ventaja momentáneamente, gracias a un jonrón del dominicano Alfredo Silverio, un doble empujador del mexicano Sebastián Valle y un triple remolcador del curazoleño Jurickson Profar.
Para Silverio, fue uno de los mejores momentos de su joven carrera.
“Me siento bien orgulloso de tener esa oportunidad y de dar ese palo…feliz”, le dijo Silverio, quien juega a nivel de Doble-A en la organización de los Dodgers. “Fue tremenda experiencia conocer a nuevos compañeros y me llevo el recuerdo de un juego de estrellas”.
Para el receptor dominicano Wilín Rosario, fue su segundo Juego de las Futuras Estrellas en forma consecutiva. Rosario, quien pertenece a los Rockies y se encuentra en Doble-A ahora mismo, estuvo en la receptoría durante cinco innings y se fue de 2-0 al bate.
Uno los pitchers que más se lucieron por el Equipo del Mundo fue el derecho dominicano Carlos Martínez, quien pertenece a la organización de los Cardenales y ahora mismo está en Clase-A.
“Me llevo una experiencia muy buena”, dijo Martínez, quien lanzó un inning perfecto con un ponche ante el Equipo de Estados Unidos. “También me doy cuenta de que tengo que fajarme cada día más para llegar a Grandes Ligas. Pude pitchar bien, pude hacer mi trabajo.
“Sé que estoy compitiendo con los futuros grandeligas”, continuó el quisqueyano.
