Opinión

Don Agripino Núñez Collado

Don Agripino Núñez Collado

En la más bonita etapa en que los humanos celebran el nacimiento de Jesucristo con nuestras navidades, nuestro connotado obispo don Agripino Núñez Collado deja el próximo 15 de enero su recia rectoría al frente de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra repleta de honores no solo por sus relevantes aportes académicos y eminentes servicios como tremendo componedor y conciliador en innumerables consensos sociales, económicos, democráticos y culturales, donde su fenómeno natural se ha notado con su aporte personal en cada uno de ellos, hoy reflejando frutos que honran a cualquier hijo de familia que se haya dedicado a investigar y apoyar a todo el que haya cultivado verdaderos aportes que calan en el corazón de todo pueblo.

La rectoría que por más de cuarenta años ha liderado don Agripino y de haber llevado a su universidad a la categoría de pontificia lográndose el respeto de la alta educación comprobada con sus egresados es una etiqueta que engrandece la condición humana de don Agripino y mucho mas, cuando se nos asegura que mantendrá su mediación siempre en futuros consensos republicanos, democráticos, políticos y sociales a celebrarse en favor de la nación.

Para nosotros la figura de don Agripino desde siempre, no sé porque, cuando comencé a verlo docenas de años atrás como humano y como sacerdote siempre despertó en nosotros algo especial y ya terminando mi presencia personal por razones obvias de mi edad, se enamora y se casa un joven de Santiago, Jose Rafael Núñez Duran, con nuestra hija Niurca Taveras y viendo las condiciones humanas del mismo nos resulto de sorpresa más que agradable que era pariente de don Agripino.

Consideramos mas reverdeciente todavía, la esperanza de que Núñez Collado promete que se mantendrá siempre dispuesto fuera de la rectoría de PUCMM mediando en lo necesario para que la universidad se mantenga como luz permanente ayudando a una buena educación que es reflejo de futuro que conservaremos y que ayudara mañana al país, hoy que intereses de todo tipo nos envidian e incomprenden y nos afectan.

Quiero aprovechar estas honrosas líneas que hoy hago desde el corazón al grande y respetado don Agripino Núñez con ruegos de que todos mis colegas de la prensa y hermanos que amen nuestro país, por Dios de alguna forma tratemos de imitar al componedor Agripino Núñez Collado y defiendan cada vez más a nuestro amado pueblo. Feliz Navidad!!! Hasta el próximo jueves.

El Nacional

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