Brasilia, (EFE).- Otros dos partidos brasileños anunciaron este sábado su apoyo formal a Geraldo Alckmin, el exgobernador de Sao Paulo que disputará las elecciones presidenciales de octubre como candidato por el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).

El Partido Laborista Brasileño (PTB) y el Partido Social Democrático (PSD), que celebraron sus convenciones nacionales este sábado, se sumaron a las cinco formaciones de centro que el pasado jueves ya habían manifestado respaldo a las aspiraciones de Alckmin.

Tanto el PTB como el PSD son partidos con mediana representación en el Congreso y fueron importantes aliados de los Gobiernos de Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) y Dilma Rousseff (2011-2016).

Con sus anuncios se eleva a siete el número de formaciones que han manifestado hasta ahora su apoyo al candidato del PSDB y que, en su mayoría, también fueron aliados del Partido de los Trabajadores (PT) durante los gobiernos de Lula y Rousseff.

Los cinco primeros en darle un espaldarazo a Alckmin, el candidato derrotado por Lula en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de 2006, fueron el Partido Popular (PP), el Partido Republicano Brasileño (PRB), el Partido de la República (PR), el Demócratas (DEM) y el Solidaridad, que tienen un importante peso en el Congreso.

Alckmin ha logrado atraer a varias formaciones de distintas corrientes a una coalición que busca ofrecerle a los electores brasileños una opción viable de centro en medio de una disputa polarizada entre Lula y el diputado ultraderechista Jair Bolsonaro.

“Alckmin será la luz del desierto que nos guiará a la tierra prometida, un hombre público honrado que no es un aventurero ni un populista ni un principiante”, aseguró el presidente del PTB, Roberto Jefferson, en su discurso ante los participantes en la convención y en referencia a Lula, que purga una condena de 12 años por corrupción, y a Bolsonaro, considerado toda una incógnita.

“Nuestro país está dividido por el odio, por el resentimiento. Necesitamos unir y pacificar”, respondió Alckmin, que asistió a la convención, al agradecer el apoyo y reforzar su opción como candidato de centro en medio de la actual radicalización.

Además de Roberto Jefferson, que purgó una condena por un sonado escándalo de corrupción que puso a temblar al Gobierno de Lula en 2005, a la convención acudió su hija, la diputada Cristiane Brasil, que es investigada en otro caso por corruptelas.

Igualmente, participaron en la cita varios de los líderes del PTB investigados por irregularidades en el Ministerio de Trabajo, una cartera que esta formación comandó durante los gobiernos del PT e igualmente en el del actual presidente, Michel Temer.

El PSD, en su convención en Sao Paulo, rechazó la propuesta de algunos sectores de postular a la Presidencia al empresario Guilherme Afif Domingos y se decantó por la invitación hecha por el exgobernador de Sao Paulo.

“El apoyo a Alckmin es importante por consolidar una candidatura de centro y conciliadora. Es una candidatura que busca aislar las propuestas radicales, bien sea de izquierda o de derecha. Es el rumbo que Brasil necesita”, aseguró en la convención el presidente nacional licenciado del PSD, el exministro Gilberto Kassab.

Según Kassab, otro exministro de Lula, Brasil necesita de “tranquilidad y de líderes que tengan condiciones de sumar todas las corrientes políticas para concluir las reformas en marcha y la retomada del crecimiento y del desarrollo”.

El PSDB, la formación que gobernó Brasil entre 1995 y 2002 con Fernando Henrique Cardoso, pretende formalizar el próximo 4 de agosto la candidatura de Alckmin, presidente de la formación y quien gobernó Sao Paulo, el estado más poblado y rico del país, por cerca de ocho años hasta abril pasado.

Pese a que el dirigente socialdemócrata tan solo figura en cuarto lugar en los sondeos de intención de voto para las presidenciales, con un favoritismo del 4 %, la creación de una amplia coalición partidaria para apoyar su candidatura puede ayudarlo a crecer electoralmente y llevarlo a la segunda vuelta de las presidenciales.

Ello debido a que el apoyo de varios partidos con importantes bancadas parlamentarias le permitirá contar con un tiempo récord de 14 minutos y 47 segundos en cada bloque de propaganda electoral gratuita en redes nacionales de radio y televisión, muy por encima de todos sus rivales.

Pese a que las encuestas electorales son lideradas por Lula, con cerca del 33 % del favoritismo, el expresidente está virtualmente impedido de disputar las elecciones debido a que fue condenado en segunda instancia por corrupción y está encarcelado desde abril. Sin Lula, los favoritos son Bolsonaro, con 15 % de la intención de voto, la líder ecologista Marina Silva (7 %) y el laborista Ciro Gomes (4 %).