Opinión

DR-CAFTA y consumidores

DR-CAFTA y consumidores

En un año, que se extiende desde el 1 de marzo de 2007, hasta el mes de abril de 2008, el Estado dominicano había dejado de percibir, la astronómica suma de 2,273 millones de pesos, por las exenciones fiscales derivadas de la entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio (DR.-CAFTA), firmado con Centroamérica y Estados Unidos. Nuestro país suscribió el acuerdo el 1 de marzo del  año 2007.

El Tratado de Libre Comercio  se promovió como una panacea para los países que tuvieran el privilegio de incorporarse. Una de estas ventajas sería la reducción de los precios para los consumidores de los países signatarios del mismo.

Hace un tiempo circuló un folleto elaborado por la Dirección General de Aduanas, contentivo de una larga relación de productos que, supuestamente, llegarían a la población a precios mucho más bajos.

La realidad es que nada cambió, y la espera de los consumidores todavía no termina.

Nuevamente se anuncia, con efectividad a partir del 1 de enero de este año, la liberación de aranceles de productos provenientes de los países miembros del DR-CAFTA, y se repite la oferta a los consumidores de que podrán adquirir bienes por debajo de los precios actuales.

Importadores e industriales, justifican la no reducción de precios de mil maneras. Los más socorridos alegatos  son: los altos costos operacionales, la alta tarifa eléctrica y  el pago de la primera placa en el caso de los vehículos.

Otra de las excusas, es la de que muchos de los productos norteamericanos que hay en el mercado, no son hechos en el territorio de los Estados Unidos, y no se benefician de la liberación de impuestos. Asimismo, aseguran que hay marcas que llegan al país desde Estados Unidos, que son fabricadas en China, Vietnam e Indonesia, países que no forman parte del TLC.

Lo cierto es que es muy poca o ninguna la orientación que recibe la población con relación a las posibilidades que tenemos los dominicanos de recibir algún beneficio del Tratado de Libre Comercio con Centroamérica y los Estados Unidos.

A menos que entre las cláusulas encubiertas del DR-CAFTA haya alguna que establezca que los únicos beneficiarios de este acuerdo deben ser los importadores y los industriales.

La transparencia de la que tanto se habla, nunca ha sido tan necesaria como ahora.

La Secretaria de Industria y Comercio, y los organismos que tienen que ver con la aplicación del DR-CAFTA, le deben una explicación al país.

Cuanto antes, mejor.

El Nacional

La Voz de Todos