Opinión

Duarte, Espaillat y Bosch

Duarte, Espaillat y Bosch

La evolución, desarrollo y crecimiento del pensamiento político dominicano ya ha de tener registrado, dentro de sus páginas de oro, los invaluables aportes que, como entes políticos y democráticos, liberales y constitucionalistas, civilistas y educadores, intelectuales y oradores, éticos y morales, hicieron Juan Pablo Duarte, Ulises Francisco Espaillat y Juan Emilio Bosch y Gaviño, durante sus años de vida útil siempre a favor de los mejores y auténticos intereses de su patria.

Los dos primeros nacieron en el siglo XIX y el último en el XX.. Para ellos, la soberanía nacional jamás podría estar ni en discusión ni en tela de juicio; y mucho menos que persona traidora alguna pretendiese ponerla en alquiler o en venta. Recorrieron las mismas sendas. Padecieron atropellos, persecuciones y encarcelamientos. Los tres fueron marcados por el desdichado exilio político. Sin embargo, a pesar de todas las vicisitudes y los desengaños, en términos político, ético y moral, sentaron cátedra dentro de la administración pública.
Nunca sucumbieron a las tentaciones propias del fenómeno de la corrupción administrativa. Jamás desprestigiaron el ejercicio de la política, siempre actuaron levantando valores inherentes a su conducta humana.

El Nacional

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