Opinión

Duarte y los gobiernos

Duarte y los gobiernos

La diferencia cardinal entre los gobiernos que hemos tenido en el país con relación a nuestro Patricio Juan Pablo Duarte ha sido que el libertador por su ideal, su libro de enseñanzas como civilista revolucionario, no se interesaba por la presidencia de la República,  sino por los fundamentos éticos y morales que debían sustentar las estructuras a través de sus instituciones.

 Ni la dictadura de Trujillo, con tantos intelectuales idóneos, pudo evitar la errónea existencia de la inaudita competencia de figuras como padre y benefactor de la Patria; ni el propio Juan Bosch, quien prometió cumplir en el siglo XX con la obra de Duarte,  pudo culminar dicha promesa en pleno siglo XXI, aunque ahora con el bicentenario en pie, vemos compromisos importantes ya puestos en movimiento para profundizar y levantar la vida y obra del patricio más realista.

Me parece oír  a Duarte y los suyos durante las crisis económicas y morales, diciendo que cuando llegan las crisis y la miseria a las casas, el amor sale por las ventanas.

Siempre digo que para meter en el alma, el corazón y el cerebro los ideales independentistas de nuestros patricios, es indispensable incluir las prendas transparentes de nuestros trinitarios como materia de enseñanza en las escuelas y en las propias universidades.

A propósito, tomando en cuenta que el factor tiempo no permitió que Bosch pudiera culminar la obra de Duarte en el siglo XX, como prometió, estoy analizando el original esfuerzo que viene realizando el actual presidente, Danilo Medina, en situación tan adversa y con tan complicada herencia por todos ya conocida. Si sigue como va, pulcramente administrando los sagrados recursos del Estado, y logra sanear nuestra economía, controlar la delincuencia y la dilatada justicia con la educación y sencillez que le caracteriza, se perfila como el que podría profundizar más esa promesa del maestro Bosch.

Es una tarea ciclópea, pero siendo justo, está haciendo una gran cirugía, y ser justo honra, y más con lo que acaba de repetir, premiando a diez jóvenes en su día nacional, cuando dijo a los jóvenes galardonados:  “Ustedes son agua limpia que llega a la actividad política para limpiarla”, concluyó.   Cada vez que le ha tocado hablar algo relacionado con el patricio,  nunca se ha perdido, siempre se ha cuidado de enaltecerlo.

A propósito, algo que hemos visto como positivo y útil ha sido la iniciativa del presidente de nuestra Cámara de Diputados, doctor Abel Martínez, de distribuir la Constitución para niños, y algo parecido a lo que debe realizarse sintetizando las prendas fundamentales del Padre de la Patria: rechazo de infelices cerebros, incomprensión, exilio (incluyendo a Venezuela, donde terminó su vida después de haber tenido que vender velas para mantenerse) y morir fuera de los suyos.

El Nacional

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