Opinión

Eco-Lógicas

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Fragilidad insular (1)
Como se ha desatado en nuestro país un nuevo proceso desarrollista debemos alertar sobre la ecofragilidad insular. Nuestra isla posee un extremo y muy difícil ecosistema de montaña y de costas y aunque muchos aun no llegan a entender esto, esos elementos están íntimamente relacionados de una u otra manera.

Al parecer no estamos dándonos cuenta de que sólo poseemos unos 386 kilómetros de costas, algunos de ellos de emersión y otros de sumersión. Si analizamos las costas nacionales de emersión nos encontramos que casi toda la región Sureste es de ese tipo, ocasionales áreas de emersión. Pero ¿qué son costas de emersión?: Aquellas en que la existencias de playas y zonas arenosas son mayoría y sus profundidades van descendiendo lentamente y no de golpe como las de sumersión.

Explicado esto debemos saber que nuestro porcentaje de bancos de corales es sumamente bajo con relación a otras islas tropicales, y aunque se piense e incluso se  escriba que existe mucha vida en las zonas coralinas, la variedad es muy diferente pues sólo tienen una diversidad biológica limitada y además de ellos se están blanqueando de forma acelerada en toda nuestra costa insular.

Incluso nuestros corales sufren un efecto directo de muchos daños ocasionados por el hombre y por calentamiento cloral o mejor conocido como cambio climático, lo cual continúa afectando no sólo a nuestra isla sino a otras del espacio caribeño. Podemos mencionar el volcán La Sufriere de Santa Lucía el cual envía sus polvos hacia todo el Caribe insular afectando todo ecosistema de vida.

Entre los daños fundamentales en esta ecología costera se localiza la construcción de grandes complejos turísticos, ahora llamados ecoturísticos, que ocupan grandes espacios de nuestras costas y sus daños con emisiones de diferentes niveles afectan o ya han afectado la pesquería en las costas y sus habitante lo que ha ocasionado la emigración de un parte de pescadores a pequeña escala cuyos daños son menores a los que ocasionan grandes instalaciones.

Aunque no se piense aun, el turismo es rentable sólo cuando tenemos algo que ofrecer no sólo arena y sexo, sino también vistas panorámicas atractivas y que no se aprecian en otros países que ya explotaron esos frágiles recursos y ahora tienden a destruir otros ecosistemas usando los más variados métodos de influencia. Un buen ejemplo es la subsistencia de ecosistemas frágiles, los cuales al estar sobrecargados de emisiones, personas y muy poca diversidad interior terminan muriendo como sucede en zonas como Puerto Plata y una buena parte de la costa Sureste.

demetriocasstillo@gmail.com

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