Para continuar con el artículo anterior debemos mencionar que si bien es cierto que el trabajo realizado por algunos antiguos directores de Parques y Foresta son dignos de encomio, de la misma forma existen otro que fueron los que iniciaron el proceso de asentamientos campesinos y sobre todo creando una infraestructura que ahora es difícil de desmontar. Nuestros campesinos no son nada tontos y conocen a todo aquel que trata de engañarlos con palabras bien bonitas.
Hacerle daño a un campesino es hacerle daño a la misma naturaleza de un parque nacional, porque ellos son los primeros en cuidar el bien patrio cuando denuncian la existencias de un incendio que ninguna autoridad ha observado. No descartamos, y nunca lo haremos, que algunos enviados desde diferentes puntos del país sean los causantes de esos desmontes o de algún, nuevo rico, que desea urbanizar su campo para corresponderle a su tierra el haber nacido allí.
Pero, por Dios, no me digan que es ahora cuando se va a delimitar las zonas geográficas de algún parque nacional, porque entonces nos haríamos de inmediato la pregunta y usted en dónde estuvo todos esos años que acumula para su buena pensión y luego alojarse en una buena organización no gubernamental, por cierto a hacer lo mismo. O simplemente a refugiarse en la suya que esta a nombre de algunos familiares y amigos. Vamos que no somos torpes.
A los nuevos funcionarios ambientales les advertimos por ultima vez, no en su vehículo, sino ahora desde la posición que debemos ocupar que tengan mucho cuidado con aquellos que han pretendido ser dioses del medio ambiente y solo son simples siembras de tierras que dañaron todos los ecosistemas nacionales con el uso de agrotóxicos para producir más y ahora los culpables son los campesinos, Créanme que no fue este servidor, pues siempre he sido conservador no productor y estudiamos para conservar tratando de dañar lo menos posible el espacio prístino, pero jamás seremos capaces de afectar a nadie, ni en su reputación profesional, no en su moral. Porque en nuestro país nos conocemos muy bien.
Ojo a los nuevos funcionarios, sus principales opositores están en las cercanías de sus despachos y no en los campos talando bosques, busquen que están más cerca de ustedes que de nosotros. No existe ánimo de que ninguno de ustedes fracase, como otros tantos, que pasaron y nadie sabe quienes son, ni que hicieron mientras ocuparon los cargos pero existen obras que están, algunas, allí y otras se las han llevado los tiempos de las malas construcciones para quien sabe hacer con los recursos. Solo que los bosques se restauran y la misma naturaleza se encarga, muchas veces de ello, pero de la función mal hecha jamás se olvida. Señor Presidente es nuestro ciudadano deber deciros que el país marcha aun.
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