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Más sobre el cambio climático

Si durante décadas el mundo ha temido el agotamiento de las reservas de combustibles fósiles, el riesgo del cambio climático ha cambiado de orientación los temores. Un tercio de las reservas de petróleo, la mitad de las de gas y más del 80% de las de carbón no deben tocarse en los próximos 40 años para tener al menos un 50% de probabilidades de controlar el cambio climático, es decir, de evitar que la temperatura media del planeta suba más de dos grados, la frontera estimada por los científicos a partir de la cual los impactos del calentamiento global pueden ser realmente graves.

Esta conclusión alcanzan dos investigadores del Reino Unido que han calculado la cantidad de CO2 máxima que admite la atmósfera para no superar el límite de peligro, la distribución regional de reservas y recursos disponibles de dichos combustibles en todo el planeta y las emisiones que provocarían.

Encontrase en los actuales momentos con nuevas formas de extracción de petróleo crea serios inconvenientes al futuro ambiental del planeta. Sin embargo esta situación llega más lejos cuando se habla de explotar reservas supuestamente ricas de petróleo en la antártica. “Las reservas de combustibles fósiles tienen el potencial de generar tres veces más dióxido de carbón de lo permitido si el calentamiento global no ha de superar los dos grados”, resume la revista Nature, donde Christophe McGlade y Paul Ekins exponen su investigación y resultados.

Además, dicen, las nuevas explotaciones de combustibles, como las del Ártico, “son incompatibles con los esfuerzos para limitar el cambio climático”. Los escenarios de futuro investigados también tienen en cuenta el efecto de la tecnología de secuestro de carbono. Los resultados muestran que su efecto sería relativamente pequeño, permitiendo un incremento del 6% en la quema de carbón y un 2% tanto para el gas como para el petróleo. McGlade y Ekins, además, advierten que es secuestro de carbono, debido sobre todo a su alto coste, no entraría efectivamente en funcionamiento hasta 2025. El uso del gas natural para la generación de energía es defendido por muchas como buenas alternativas para evitar emisiones de CO2 a la atmósfera.

Este argumento sugiere que es mejor producir gas natural que refinar petróleo y que su quema es mucho mejor para el ambiente que otras energías fósiles. Si bien este argumento es parcialmente cierto, depende de algunos factores. ¿Cómo repercuten en el Cambio Climático las emisiones de metano en la fractura hidráulica? ¿La emisión es mayor o menor que la de otras actividades? Entre los gases de efecto invernadero, los principales son el dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido nitroso (N2O) y los halocarbonos (gases que contienen flúor, cloro y bromo). No todos estos gases tienen el mismo poder de calentamiento, es así que el más abundante es el dióxido de carbono, al que le siguen los restantes.

Pero es de hacer notar que una molécula de metano tiene 21 veces más de efecto de calentamiento que una de dióxido de carbono. La lucha contra el proceso de calentamiento global enfrenta como principal desafío el de reducir las emisiones de estos gases de efecto invernadero. Esto implicaría reducir la utilización de combustibles fósiles, que es la fuente principal de emisiones.

El Nacional

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