Problemática ambiental dominicana
Los problemas más acuciosos de nuestro país en términos ambientales pueden clasificarse acordes con denuncias hechas por las mismas comunidades.
Para mencionar problemas ambientales nacionales podemos mencionar la regeneración de cuencas hidrográficas, en primer término, las cuencas a su vez dependen de la problemática de reforestación y deforestación que van en el mismo tiempo y siguiendo la secuencia de problemas, cuando hablamos de foresta tenemos que relacionarla con la educación ciudadana y el nivel de conciencia adquirida por la misma o que ha recibido por medio de la educación recibida.
Allí entra el papel que juegan las autoridades ambientales nacionales, que muchas veces no cumple su papel por falta de recursos dirigidos y aplicados a cada campo especializado del sector ambiental.
La conservación de los recursos depende de programas especializados encaminados no a causar impacto periodístico, como la mayoría de los casos, para que un programa sea oportuno y funcional debe ser aplicado a la realidad y no depender de situación de tiempo y posteriormente dar monitoreo frecuente al mismo posterior a su finalización, aquí los programas siempre terminan y se ven los resultados esperados salvo raras excepciones.
Hemos visto como serios programas han terminado sin rendir frutos o los mismos han sido inútiles y con pérdidas de millones de pesos, vemos el caso del programa de conservación del Yaque del Norte conocido como procaryn.
Del mismo apareció el Plan Yaque, con las mismas características que surgen como resultado del primer programa.
El cumplimiento de la ley 64-00 que hace surgir el Ministerio de Medio Ambiente, tiene su repercusión en el no cumplimiento de parte de autoridades ambientales y del mismo pueblo en sentido general y por otro lado los intereses comerciales del país en cuanto a explotación minera de la nación y aquí es donde entra la denominada evaluación ambiental estratégica de la nación.
Cuando nos enfocamos en la foresta, ahora gracias a la declaración del ano como del desarrollo agroforestal, debemos considerar seriamente si hablamos de plantas de carbón o de manera simplista hemos buscado soluciones en ideas que no se corresponden con nuestro problema forestal real.
La misma escasez del agua y la sequía, ambos productos del cambio climático que como sistema insular tenemos, debemos planificar y aplicar toda una serie de elementos causales que nos afectaran seriamente especialmente a las provincias costeras del país.
Tenemos realmente un programa aplicado de cambio de producción agrícola producto de estos cambios que ya están entre nosotros y no vemos las consecuencias especialmente en pérdida de vidas y cambios radicales de sistemas de producción a los que por tradición nos hemos acostumbramos por historia.
La pérdida de suelo por saturación de agroquímicos, la introducción de semillas transgénicas, proliferación de plantas alógenas o extrañas al sistema nacional, la poca vigilancia de nuestros espacios protegidos y la ausencia de personal con capacidad de investigar situaciones graves ambientalmente hablando, son elementos que deben ser ponderados por el Estado.
