Editorial

Editorial

Editorial

Ceguera

La clase dirigente parece afectada de una severa ceguera o distorsión de visión sobre el desempeño de la economía y su impacto sobre la gobernanza, al punto que en la discusión sobre temas esenciales se camina en reversa o se dan vueltas en círculo, por una recurrente conducta de sectarismo.

Las autoridades no se cansan de ofrecer estadísticas auspiciosas o promisorias a nivel de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) o por el aporte de los diversos sectores productivos, pero el empresariado insiste literalmente en presagiar el fin del mundo.
Para el Gobierno y el Banco Central, el PIB ha crecido en el primer semestre en 6.5% y sus proyecciones son de que se mantenga por encima del 6% a final de año, pero para los gremios empresariales, la economía se estanca por falta de competitividad.
Los gastos tributarios del Gobierno superan los 300 mil millones de pesos anuales, pero el sector productivo se queja por falta de apoyo oficial para dinamizar la producción y la productividad, aunque las agencias estatales refieren sobre aumento de un 16 por ciento en las exportaciones.
El ciudadano ordinario clama por una mejor redistribución del mentado crecimiento de la economía, a través de reajuste salarial, reducción de inflación, democratización del crédito y construcción de obras de infraestructura que impacten sobre la calidad de vida.
En vez de eso, el empresariado exige conculcar conquistas desde hace más de medio siglo en el Código de Trabajo, como la cesantía y el preaviso, como forma de generar más empleos, algo así como morirse para garantizarle sepelio y misa cristiana.
La oposición política y el propio Gobierno signan el debate electoral con temas que no lesionen intereses de anaqueles altos de la economía, por temor al qué dirán, por lo que asuntos esenciales como sector eléctrico, aumento salarial y fiscalidad, están relegados a un último plano.
Esa ceguera colectiva obra contra el sano crecimiento de la economía, la gobernabilidad y los anhelos ciudadanos de encontrarse con un escenario de auténtica justicia social. La sociedad requiere de un liderazgo responsable y de un empresariado sensible y con visión de futuro.

El Nacional

La Voz de Todos