Opinión

EDITORIAL: Confianza ciudadana

EDITORIAL: Confianza ciudadana

El director de la Policía Nacional, mayor general Ney Aldrin Bautista Almonte, ha presentado credenciales y esbozado un amplio programa de trabajo basado en el propósito principal de que durante su gestión la institución recobre la confianza de la ciudadanía.
Por los múltiples eventos de delincuencia y criminalidad en que se ven envueltos agentes policiales, se entiende el empeño del general Bautista Almonte para que la población despeje el temor y la desconfianza que alberga hacia los agentes policiales.
En procura de mejorar la imagen de la Policía y de acercarla a las comunidades, su nuevo titular ha dispuesto retornar al modelo de reclutamiento basado en vida y costumbre, en virtud del cual se investigan antecedentes, procedencia y entorno familiar de quienes deseen ingresar a las filas policiales.
Tiene razón el alto oficial al señalar que la carrera de Policía es una profesión digna, en la que día y noche los agentes arriesgan sus vidas para proteger la de los demás ciudadanos, pero debe admitir que en la institución se presentan casos en los cuales delincuentes persiguen a delincuentes.
Se resalta la nueva visión que impregna a la Policía su nuevo titular, basada en el criterio de que no todo el que vive en un barrio marginado es delincuente, por lo que el trabajo de prevención de crímenes y delitos debe tener como base un sistema de inteligencia que provea información veraz.
Al participar como invitado especial en el almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio, el director de la Policía compromete su gestión con altos estándares éticos, eficiencia investigativa, proximidad con las comunidades y control y evaluación de las acciones de su personal, incluido de los mandos policiales.
De todo lo expuesto por el general Bautista Almonte, el recuperar la confianza ciudadana se erige como la principal meta de su gestión porque lo que ha habido por muchos años ha sido un divorcio o confrontación entre población y Policía, en que ambos litorales creen que siempre interactúan con delincuentes.
Los votos son para que el recién designado director de la Policía Nacional, reputado como un oficial probo, bien entrenado y de acendrada vocación de servicio, pueda cumplir a cabalidad con todos sus objetivos, para lo cual requiere del absoluto respaldo y concurso del Gobierno y de la sociedad.