Hace más de dos meses, cuando del barril de petróleo oscilaba en la franja de los 40 dólares, se advirtió que en el corto plazo el precio del crudo subiría hasta colocarse sobre los U$55, lo que impactaría de manera negativa sobre la economía.
El barril de petróleo de referencia para las importaciones dominicanas se cotizó ayer en la bolsa de Nueva York a US$57,07, más de 15 dólares desde cuando se alertó sobre el notable incremento de la factura petrolera.
Se ha dicho sin confirmar que el Gobierno dominicano contrató una póliza de seguro internacional que protegería las importaciones nacionales cuando el barril de petróleo rebase un precio no precisado, que de ser cierto, se resalta esa medida de previsión.
La Refinería Dominicana de Petróleo procesa alrededor de 33 mil barriles de petróleo crudo, lo que representa el 25 por ciento aproximadamente del volumen de derivados que consume la economía nacional, representado en tipos de gasolina, gasoil, gas licuado, gas natural y combustible para aviones.
El acuerdo de reducción en la extracción del crudo que promueve la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP), la baja en la capacidad de refinación de México y Venezuela, el repunte de las economías de China y los conflictos entre Estados Unidos, Norcorea e Irán inciden en las alzas en el precio del carburante.
Aunque se promueven cambios en el consumo de combustibles en las plantas generadoras de electricidad, de derivados fósiles por gas natural o carbón mineral, todavía el Gobierno ni los agentes económicos han reaccionado con la debida previsión ante un cuadro internacional que apunta al incremento de precios del petróleo.
Analistas y bancos de inversión sostienen que el precio del barril de petróleo se estacionaría en la franja de 55 a 60 dólares, porque en ese nivel la producción estadounidense del crudo no incidiría en un significativo aumento de la demanda, dado el alto costo operativo de refinerías estadounidenses.
Se requiere que Gobierno y sector productivo dispensen mayor atención al comportamiento alcista del precio del petróleo y sus derivados, un problema que incide negativamente en el manejo de la factura petrolera, en la Cuenta Corriente de la Balanza de Pagos, en las reservas del Banco Central, en la estabilidad monetaria y en el índice general de precios.
