Opinión

Educación e incentivos

Educación e incentivos

El insigne humanista Pedro Henríquez Ureña, decía: “Ser culto para ser libre”, sentando el criterio de que las personas con formación académica o con mínimos conocimientos para manejar su capacidad emocional, podrían enfrentar las injusticias y las carencias para lograr mejores condiciones de vida.

El presidente Danilo Medina, en su discurso de toma de posesión, hizo hincapié en priorizar la educación como sinónimo de libertad, y anunció que se proponía reestructurar todo el sistema, interviniendo el Ministerio para generar cambios.

Según estudios, el país se encuentra entre las naciones de América Latina que presentan un crudo déficit en las condiciones de infraestructura educativa y el acceso a los servicios esenciales está muy por debajo del promedio de la zona.

Asimismo la Ley General de Educación consigna el 4% del PIB para la educación, pero hasta el momento la inversión no llega al 2%, por la falta de voluntad de los gobiernos. Se espera que a partir del próximo año se asigne la partida consignada.

Una de las metas fundamentales para comenzar a cambiar el rostro a la educación es mejorar las condiciones salariales del personal docente.

El sueldo de un maestro de media es de RD$10,407.00 por tanda, mientras que el de básica gana RD$8,972.63. De acuerdo con estadísticas publicadas, en el 2011 el Ministerio de Educación contaba con 61,214 maestros, cifra que se requiere duplicar  para reducir el número de estudiantes por aula.

Es penoso que la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) esté sumida en la modorra y no se haga sentir para que el magisterio eleve su calidad de vida. Es provechoso recordar un viejo proverbio chino: “Cuando el juez va en coche, el maestro a caballo y el policía a pie, la nación está bien gobernada”.

El Nacional

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