SEATTLE.- El punto dulce es el punto dulce.
Podría ser 90 grados y húmedo en Baltimore en agosto. O 47 grados en un frío y húmedo domingo de Pascua en Seattle. Cuando un lanzamiento encuentra el lugar correcto en el bate de un bateador, el bateador no siente nada.
Todo lo que existe es solo el sonido del bate enviando una pelota a larga distancia.
Si está frío y húmedo, las manos no pican. Si está caliente y pegajoso, las manos no se resbalan ni resbalan del bate.
No hay nada, solo el ronroneo interno de algo bien hecho.
“Es una buena sensación”, dijo Edwin Encarnación, en su voz profunda. “No siento nada. Cuando golpeas la pelota de esa manera, no sientes nada”.
Encarnación bateó dos jonrones el domingo en Safeco Field. Los golpeó tan bien y tan lejos al jardín izquierdo que incluso Ichiro Suzuki, el ninja de 44 años, no pudo alcanzarlos. No fueron suficientes para salvar a los Indios de una derrota por 5-4 ante los Marineros, pero fue una buena señal de que Encarnación tiene un mejor comienzo que el año pasado.
El año pasado fue el primero de Encarnación con los indios después de firmar un contrato por tres años y $ 60 millones. Comenzó el año balanceándose y tratando de impresionar. A través de sus primeros 37 juegos, Encarnación estaba bateando .198 (28-de-131) con cinco jonrones y 12 carreras impulsadas.
Algunos se preguntaban si había perdido la velocidad del bate. Los indios se burlaron y dijeron que no.
¿Pero en privado cruzaron sus dedos? Habían pasado por esto con otros dos Agentes libres envejecidos en Nick Sw Encarnación tuvieron un comienzo temprano en hacer siete temporadas consecutivas el domingo.
Bateó un jonrón en el cuarto inning de Mike Leake y un jonrón de dos carreras ante Juan Nicasio en el octavo.
En el segundo jonrón, a 403 pies de distancia, Encarnación estaba tan concentrado que ni siquiera sabía qué tipo de lanzamiento hizo. Tuvo que ir a la cinta de video para ver cómo estaba. El asesino y Michael Bourne.
Pero Encarnación no era un barco vacío como esos dos. En sus últimos 120 juegos, bateó .277 (117-para-423) con 33 jonrones y 95 carreras impulsadas. ¿Qué hará si puede sostener esto? A los indios les encantaría averiguarlo.
Lo mismo haría Encarnación.
“Me siento bien. Es bueno para mí”, dijo Encarnación, cuando se le preguntó por comenzar más rápido que el año pasado. “Son solo tres juegos, pero me siento bien en el plato. Estoy viendo bien la bola. Quiero seguir siendo así de consistente”.
“Creo que fue un control deslizante”, dijo. “Al principio, pensé que era una bola rápida, pero luego vi el video y era un control deslizante, pero no hizo nada”.
El año pasado Francona predicó la paciencia en abril y mayo cuando el bate de Encarnación se mantuvo en silencio. Sería un hombre feliz si pudiera dejar el sermón este año.
“Es un buen augurio para nosotros, porque el año pasado fue realmente duro para él durante un tiempo”, dijo Francona. “Verlo agresivo desde el principio es realmente bueno”.
Encarnación no es un fanático de los entrenamientos de primavera. Esta primavera, sin embargo, los Indios se aseguraron de tener más turnos al bate que en 2017. Fue solo una diferencia de cinco turnos al bate, de 45 a 50 en 2018, así que quién sabe si eso tiene algo que ver con la rapidez de Encarnacion. comienzo.
