Opinión

El 39

El 39

He convocado “juyendo” a una reunión urgente de la familia Vicioso para ver si nuestros tatarabuelos llegaron de España, vía Canarias, antes del 39; o si llegaron de Italia, donde también hay Vicioso,  antes o por esa misma fecha.  O si llegaron de Venezuela, desde donde, según Abelardo Vicioso, llegaron los primeros Vicioso a este país, en una emigración que partía del norte de España, a Canarias y desde Canarias a Santo Domingo.

Me he enterado asimismo que los Chaljub, Despradel, Caram, Armenteros, Bonetti, Vicini, Baret, Medina (judíos), Fernández (españoles), Ricart, Tolentino, Pieter, Ginebra, Chevalier (abuela haitiana de Trujillo), Balaguer, etc. etc., están desempolvando sus papeles,  no vaya a ser que los Castillo Semán, o Tavares, decidan que no somos dominicanos y nos deporten.

Por suerte para mi familia hubo un capitán Vicioso en la gesta de la Independencia, lo cual nos da un pasaporte incuestionable a la nacionalidad dominicana, algo que no nos sirve en los Estados Unidos, enfrascados hoy en un franco debate sobre la inmigración, cuyo objetivo es deportar por lo menos medio millón de dominicanos  y dominicanas a nuestro  lar nativo.

El problema ahora es que se nos caen los argumentos humanitarios frente a las autoridades migratorias estadounidenses,  españolas,  francesas o latinoamericanas. ¿Por qué  han ellos de demostrar ninguna compasión frente a nosotros,  si nosotros estamos imitando a Hitler en la cuestión  judía?  ¿O ignoran ustedes que muchos de los fundamentos sobre espacios compartidos, enarbolados por los llamados nacionalistas del patio, originan en las doctrinas Nazis?  Miguel De Mena encontró en Berlín la documentación teórica de ese movimiento y la correlacionó con los postulados teóricos que un intelectual dominicano, que decimos es la equivocada reencarnación de Pena Batlle, (un  famoso intelectual de la dictadura de Trujillo), publicó en una revista de Relaciones Exteriores.  Yo la encontré  en un artículo de una revista de la Cancillería y horrorizada lo reporté a sus editores, quienes ignoraban las fuentes  teóricas del artículo en cuestión.

Decía Rosa Duarte:  “Cuando recuerdo lo pasado y miro de mi infeliz patria el presente y que para colmo de nuestra desventura los que debían –por su propio decoro levantar la voz- permanecen mudos, me digo:  los pueblos cuando menos se espera degeneran”.

Hay que felicitar al Tribunal Constitucional, dirigido por Ray Guevara (anoten el nombre y apréndanselo), por haber diseñado una estrategia que desarticula la única opción posible de recomposición del PRD: la de abandonar la guerrita interna por la franquicia y denominarse Partido Revolucionario Peñagomista, PRPG, propuesta por Hugo Tolentino Dipp…OJO: ¿Su familia llegó aquí antes del 39?

El Nacional

La Voz de Todos