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El amor de sus intérpretes sensibiliza al “Terror”, Luis Días

El amor de sus intérpretes sensibiliza al “Terror”, Luis Días

“El Terror”, Luis Días, quedó colocado en un altar, musicalmente hablando, cuando anoche fue casi idolatrado  por los más emblemáticos intérpretres de sus mejores éxitos, al punto de que cada vez que salía a tarima se anotaba a un “terror” nervioso y sensible ante tanto derroche de amor tributado hacia su persona y su carrera artística. “Con Amor al Terror” fue simplemente eso, un tributo a Luis Días, a nuestro floclor, a la patria, fue un canto a la paz.

En el espectáculo se dieron a conocer cosas inimaginables hechas por un Terror revolucionario de la música. El show lo iniciaron  Ivonne Hazza, Sonia Silvestre y Patricia Pereyra, quienes interpretaron las canciones “Este palo es”, “Eduvige Milagrosa” y “Pura y sin mancha”, con voces del alma, sublimes, pero potentes. Estos cantos sirvieron para  invocar el recuerdo de aquellos viejos tiempos en que el buen merengue acariciaba el oído y se dejaba bailar, con la interpretación del tema “Pringamosa”, en la bendita voz de Sandy Reyes.

El escenario entró en calor y color, cuando vestido de sotana negra llegó “El Monje”, Rasputín, logrando impresionar al auditorio de la sala Máximo Avilés Blonda, del Palacio de Bellas Artes, con el tema “El carrito”.

“Los mosquitos puyan”, otro popular tema de Luis Días, que fue escogido para expresarle el amor y la gratitud por haberle aportado tanta alegría al pueblo en todos los momentos de nuestra historia. En este  espacio, mientras Kaki Vargas interpretaba la canción, recibió el respaldo se su hermano Sergio Vargas quien se sumó a los coristas de la noche, Henry García y Fénix Ortiz.

 Con la demostración de baile ofrecido por Kaki, se cerró, por el momento, un episodio de los temas emblemáticos que hicieron historia en los años 80. El evento dio un giro radical, como radicales y controversiales han sido muchas de las canciones del Terror, cuando a escena entró un encapuchado, con rostro de muerte, vestido de negro e interpretando una “canción de protesta”, de “contenido social”: “Mamá Tingó”. En momentos cuando habla de que al asesino de Tingó le podrían arrancar la cabeza, el artista se quita la capucha, resultando ser Tony Almont, quien también cantó “Por la parte alta”. Estos temas son de los tiempos del grupo Transporte Urbano, que lideraba Luis Días.

  El recorrido por la historia artística de Luis Días siguió su curso. Del anterior acto, donde se dio a conocer la  capacidad de Luis como compositor de rock, el momento se transportó a una nueva época, tanto para el escritor de música y letras como para los cantantes que actuaban. “Tecno-amargue” fue el término que usó Luis para identificar dos temas suyos que popularizó Sonia Silvestre. Fueron éstos “Mi guachimán” y “Quieres dormir”. “Estas canciones, pues realmente han sido muy importantes para mi, porque me tienen trabajando desde hace mucho tiempo. Cuando ya yo pensaba que me iba a convertir en un cantante de nostalgia, aparecieron Luis, Cholo Brenes y Manuel Tejada y me invitaron hacer este maravilloso trabajo”, dijo Sonia en relación a las canciones.

Luis Días ha hecho de todo con la música, muestra de ello fue la fusión del “ga gᔠcon el rock, cuyo representante en la noche fue Roldán, con el tema “Echale fuego, echale gas”. Al tiempo que Luis recibía un tributo, aprovechó el montaje para hacerle un homenaje a los que murieron por la libertad y la independencia nacional. Cantó junto a Patricia Pereyra un “Canto de toro” y un “Canto a Rosmery”.

    Dos violines y un violonchello acompañaron a Luis y su guitarra a interpretar un “Suite floklórica”, una especie de sinfonía para el alma. A través de la magia del vídeo apareció en pantalla gigante, como su popularidad, Juan Luis Guerra, quien  le felicitó por sus canciones y le deseó las bendiciones de Dios. Le tocó el turno a Rubby Pérez, quien dijo “contentísimo de participar en este evento de uno de los hacedores de letras dominicano que cuando se escriba la historia del merengue, cuando se escriba la historia de la música floklórica dominicana, de seguro que a él habrá que dedicarle varios capítulos”. “Ella me vivía” y “Verte sin verte”, fueron los dos temas interpretados por Rubby.

 Sergio Vargas confesó no saber que la orquesta de planta era “tan maravillosa”, ya que se presentó con sus músicos. Pero se justificó señalando que por tratarse de un homenaje a quien fuera su profesor de canto de merengue, Luis Días.

“Yo dije, no puedo hacer un tributo a quien me enseñó, de gratis, con mucho cariño, a cantar y no hacerlo de la manera más digna y elegante”, dijo Sergio antes de cantar “Las vampiras” y “Marola”, momento en que invitó a Kaki hacer coro con su hermano Johnny Vargas.

 En esta parte final del evento Sergio fungió como presentador de los artistas que faltaban, a quienes presentó con mucha altura.

Dijo  que el merengue no está en crisis, sino los merengueros, porque no hay empresarios que los apoyen, “ni siquiera aquellos que se hicieron ricos con la música como negocio”.

A seguidas invitó a pasar a escena a Sandy Reyes y al maestro Dioni Fernández, para que interpreten “El guardia del arsenal”, mientras los demás artistas le hacían coro.  La gota que rebozó el escenario de amor por el Terror fue la entrada de Fernando Villalona, quien selló la noche con broche de oro, al  interpretar el tema “Baila en la calle”, junto a todos los artistas, provocando que el público, por primera vez, se pusiera de pies.

La producción general estuvo a cargo de Alexis Casado, quien estuvo acompañado de un equipo de técnicos profesionales del sonido, como Luis Reyes; de las luces, como Halmar Gómez; de la grabación de evento, como Allan Leschorn y Oliver Domínguez. La filmación en DVD correspondió a la compañía Basanta Films.

El Nacional

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