Opinión

El Bulevar de la vida

El Bulevar de la vida

Nadie esta obligado a lograr lo imposible. Pero solo después de haberse esforzado hasta el cansancio, por lograrlo.

 Mientras termina esta España boba de locura y locoviejismo militante, (ver caso PRO Consumidor, SESPAS, MIC, Digenor, o el de SENASA vs. SISALRIL ) época de trapisondas y malaleche, ratas volando y gadejos en que ha devenido la larga y tediosa transición de gobierno, bueno sería que el presidente electo siga en sus quince preparándose para lo que se le echa encima.

Por lo menos, ya sabe el presidente electo qué no hacer desde el poder.

Sabe qué le ha funcionado a su partido/gobierno y qué le ha jodido, aunque hayan ganado elecciones. (También puede morir de éxitos la gente, los partidos. A veces cuesta mas llevar con hidalguía un gran triunfo, que sobrellevar un fracaso.)

Mientras tanto, antes de que se vaya del cargo, sería bueno preguntarle al Procurador General de la República por qué las obras de infraestructura que construye el Ministerio Público cuestan la mitad de lo que le cuesta a otras agencias del gobierno. Por qué PROMESE ha podido ahorrarle miles de millones de pesos al Estado con su transparente y eficiente sistema de compras de medicamentos durante todos estos años. Cuál es la “naiboa” de Juan Hernández y Germania Montás para lograr que siendo la DGII la institución lógicamente mas antipática (su trabajo es joderle a uno el bolsillo), sea al mismo tiempo la mas reconocida por su eficiencia y transparencia. Por qué tantos logros en INAPI. Por qué Santiago ya no solo es Santiago, ay, sino que ahora se dedica a exportar fiscales íntegras, eficientes y comprometidas hasta donde duele? Esas son las luces de un país apagado ya hasta literalmente…

De la pus ni del estiércol en el gobierno hablemos hoy. No. Con el salami y su E-Coli hemos tenido bastante. Mire la luz, presidente, ay, siempre la luz, en medio de tanta sombra, que ella además de iluminar inspira y reconforta. Yo lo sé. Atrévase. Llegue hasta lo posible pero intentando lo imposible, o casi…. Y cuente con su pueblo.

¡Qué país del carajo es este nuestro, donde respetar y hacer respetar las leyes es una utopía!

Culpas de quienes, por no escuchar a Serrat, no saben, no pueden saber que “sin utopía la vida sería un ensayo para la muerte”.  (Menos mal que existe un duende, un milagro, un lucero, menos mal que su vientre, ay, menos mal que su mar y sus dos islas adyacentes).

El Nacional

La Voz de Todos