Opinión

El Bulevar de la vida

El Bulevar de la vida

Tal que ayer decíamos que el gobierno debe esforzarse por alcanzar el consenso con los distintos sectores del país en los temas fundamentales. Pero si no lo logra, (-y no siempre sectores de poder y con capacidad de dañar gobiernos están dispuestos a ceder espontáneamente una “ración de Boa” que la tradición hizo ley), entonces, el señor gobierno tiene el mandato constitucional de gobernar.

El consenso debe buscarse con tenacidad, -(como se busca una novia mulata, o como se ruega un beso frente al mar, o un triunfo del Licey)-, pero si no se consigue… entonces un gobierno debe gobernar.

Aquí, “amagamos” con leyes, pero “no damos” porque no las aplicamos.

 En ese allante y figureo andamos desde 1978…y ahí están los datos, los gobiernos y sus nuevos ricos de cada vez.

Lo hemos dicho mil veces: No tiene futuro un país donde la ley es apenas una “cosa” que se han inventado legisladores sin oficio y políticos sin Yulendis, para aplicársela –exclusivamente- a quienes por decencia, educación doméstica o debilidad no pueden dañarle.

El temor de los gobiernos a pagar el costo político de aplicar las leyes posterga la institucionalización del país y en eso estamos.

Los gobiernos sólo hacen lo urgente cuando tienen “el agua al cuello”, y postergan lo importante si ello implica tener que afectar a sectores que son poderosos por su dinero financiador de campañas, o por sus medios de comunicación de sensación, difamación y morbo (“nada tan inútil e inservible como un periodista mínimamente objetivo y decente”), o por su capacidad para paralizar el país con prácticas terroristas en calles y carreteras.

 Los gobiernos nacionales son implacables en la aplicación de las leyes, sólo si se trata de hombres decentes sin capacidad de dañarlos. Y entonces, llega el “anticipo”, el ITBIS, la Seguridad Social, el 015%, un AMET “haciendo su trabajo”, dos rasos PN “buscándose la cena” asaltando full en la avenida de Los Próceres, entre Argentina y Colombia… y una M que no es de miércoles, don Radha.

No es posible resolver al caos del transito y sus grupos de demostrada vocación terrorista, sino estos no son enfrentados con la ley en una mano y las Fuerzas Armadas en la otra. Como tampoco se resolverá el problema de la industria eléctrica si el gobierno no está dispuesto a pagar el costo político de desmontar las mafias político/empresariales que por décadas han dirigido la cosa. (Por eso, la construcción de esas dos plantas de 300 megas cada una es una decisión impostergable.)

  El caballero don Costo Efraín Político de la Hoz, es un señor calvo, regordete y de muy malas pulgas, que por décadas ha evitado que nuestros gobiernos hagan no solo “lo que nunca se ha hecho”, sino algo más simple y sencillo: Cumplir y hacer cumplir las leyes. He ahí el desafío. Y si puedes, y no es mucha molestia, cántala otra vez, Rodríguez, cántala otra vez: “… a arrepentirme, me vienen a convidar a que no pierda,? me vienen a convidar a indefinirme,? me vienen a convidar a tanta mierda”.

El Nacional

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