Opinión

El Bulevar de la vida

El Bulevar de la vida

Políticamente, la difícil situación por la que atraviesa el PRD es directamente proporcional al buen momento del PLD.

¿Por qué? ¿Son marcianos los morados? No.

Los morados apenas han sido buenos alumnos de un viejo sabio de Río Verde que sus amigos llamaban Juanito.

Bosch no legó fortuna ni bienes materiales, ni a los suyos ni a los ajenos, pero dejó un método, una manera de analizar la sociedad, y con su autoridad moral impuso una disciplina y aplacó egos desbordados que soplan todavía en ese partido pero que no pueden ya tumbar los cocos de la unidad en la diversidad que exhibe esa organización. El pueblo bien que lo dice, sólo que algunos nunca le escuchan: “Mejor arriba con presión que abajo con depresión”.

Contradicciones hay y muchas, casi demasiadas en el PLD. Por ejemplo, en ese partido los vientos soplan en otra dirección desde agosto. ¡Quién puede negarlo!

Solo que tanto viento, si bien refresca en estos tiempo de calores, puede llegar a constipar, a provocar una gripe, un apriete de pecho político. Y eso lo saben muy bien ambos bandos dominantes en el PLD, que supieron enterrar el hacha de sus  contradicciones en las elecciones pasadas, y las volverán a enterar en el futuro. Al fin, por más caricias de emergencia en moteles de paso, ay, siempre se vuelve al amor verdadero.

Esto es así, aunque en una estrategia correcta, el gobierno esté aplicando la máxima de un general romano que lo copió de los chinos pero que ahora no me acuerdo: “Lo que afecta a mi adversario me beneficia”. Y eso está bien. Es políticamente correcto.

Está bien y se expresa en la creación de dos líneas políticas: una que funciona desde la ortodoxia del partido y sus aliados tradicionales, y otra que busca atraer a viejos, duros, terribles opositores desde sus empresas, grupos, medios de comunicación.

Por eso los sorpresivos amores gubernamentales hacia algunos señores que en la medida en que trabajaron tenazmente para que Hipólito Mejía (ese símbolo de tolerancia, trasparencia, lucha contra la corrupción, respeto a la libertad de prensa y a los valores de la democracia) volviera a la presidencia, apostaron a la derrota de Danilo Medina que, políticamente correcto, insisto, (grabe bien, sargento) sabe que en política “se barre pa dentro”, y lo está haciendo. (Que estamos hablando de política, oiga usted, de lucha por el poder “y no del mirar de esa muchacha, ay, versos entre adoquines, un museo, la zona, ejemplares del “Camino Real”, un café, el roció de su pelo, el beso que nunca fue. Gracias ”).

Hablo de sabiduría boschista, camaradas.

El gobierno de Danilo Medina está “barriendo pa’ adentro”, y qué bueno, pero sabe muy bien, y no pretende olvidarlo, quiénes han mantenido la casa limpia.

El Nacional

La Voz de Todos