Opinión

El camino bueno

El camino bueno

 Definitivamente –para seguir avanzando como vamos- todos los sectores de la vida nacional, especialmente las autoridades gubernamentales en su conjunto, las universidades, los empresarios y los diversos gremios, tienen que redoblar sus esfuerzos en aras de continuar respaldando, incentivando y fomentando de manera firme y decidida la creación, fortalecimiento y desarrollo de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas.

Sin unidades productivas de menor tamaño fuertes, sostenibles, de calidad, preparadas, organizadas y bien respaldadas; sin una amplia y contundente Red Nacional de Incubación de Empresas, y sin la puesta en marcha de un ambicioso programa general de Asociatividad Empresarial –que integre Parques y Distritos Industriales, clústeres de producción, grupos de eficiencia colectivas y cooperativas- las empresas del país no podrán ser real y efectivamente competitivas.

Y, en vez de ganar, indefectiblemente perderíamos mercados, incluso en nuestro propio territorio. Pensemos nada más  en todo lo que representa, en términos económicos, abastecer con artículos elaborados en el territorio nacional –alimentos, bebidas, prendas de vestir, calzados, artesanía, entre otros- a los más de 4 millones de turistas que nos visitan cada año. Sin dudas e inequívoco, es un volumen de exportaciones extremadamente significativo.

Tenemos todo por delante para lograr estos propósitos. Poseemos la visión, el conocimiento y la preparación. Tenemos las herramientas necesarias: la Estrategia Nacional de Desarrollo (END), el Plan Nacional de Competitividad Sistémica (PNCS) y el conjunto de leyes y disposiciones oficiales que a favor de estas iniciativas ya han sido aprobadas por el Congreso Nacional y anunciadas por el Poder Ejecutivo.

Tenemos la voluntad y decisión del Presidente, las organizaciones empresariales, las universidades y los organismos gubernamentales con la visión y la responsabilidad de hacer viables y exitosas esas tareas. De eso no cabe la menor duda.

Tal y como se plantea en el Plan Nacional de Competitividad Sistémica, en la Estrategia Nacional de Desarrollo y en la Ley 392-07 de Competitividad e Innovación Industrial,  propiciemos la creación y calificación de nuevos Parques y Distritos Industriales donde se puedan configurar los clústeres o enclaves productivos sectoriales, así como los programas de emprendimiento e Incubación de Empresas.

Tratemos de implementar, y que se haga una realidad, la ejecución de un novedoso Programa Nacional de Formación Empresarial y Asistencia para mejorar la capacidad de gestión de empresas con miras a incrementar la productividad y competitividad.

Procuremos  que las universidades –con  áreas o carreras de negocios- implementen programas de vinculación (capacitación, asistencia técnica, diplomado, entre otros) con las MIPYMES.

Por último, se hace necesario que en la República Dominicana se ponga en vigencia un programa específico de asesoría, asistencia técnica y orientación para el rescate financiero de las MIPYMES. Para ello, tanto en el Ministerio de Industria y Comercio, como en Proindustria, Promipyme y otras instancias, se deben establecer redes o bancos de asesores.

Manos a la obra.

El Nacional

La Voz de Todos