Actualidad Noticias importante Portada

El Conde dormitorio de indigentes

El Conde dormitorio de indigentes

Un número de personas cada vez más creciente tiene la calle El Conde, túneles y elevados de la ciudad, como único domicilio, donde pasan el día, comen y al caer la noche duermen al aire libre en las aceras, delante de los escaparates de las tiendas, debajo de los toldos, en los zaguanes y en los bancos. Estas personas generalmente sobreviven en la indigencia extrema y padecen enfermedades físicas y mentales que no son atendidas, casi siempre vinculadas a adiciones al alcohol y las drogas,

“Los sin techo” que tienen la calle El Conde como único domicilio, generalmente son personas vulnerables, que han perdido el contacto con sus familiares y que no hacen vida social con ningún grupo humano.

Temen a la Policía y se sostienen gracias a la caridad de algunas personas que circulan por esa emblemática vía peatonal, que en ocasiones les dejan caer algunas monedas.

Residentes en la Ciudad Colonial y empleados de tiendas, restaurantes, cafeterías, oficinas y otros establecimientos ubicados en los alrededores de El Conde, califican a las personas que duermen al aire libre como “los sin techo”, “vagos”, “sucios”, “delincuentes”, “alcohólicos”, y “locos”.

La generalidad de la gente los tolera, pero de lejos, por considerar que socialmente no están aptos para convivir con los demás.

La mayor cantidad de personas sin techo se concentra en las inmediaciones de la calle El Conde con Arzobispo Meriño, cerca del Palacio Consistorial, donde muchos amanecen en la calle tapándose con cartones, plásticos, sacos de polipropileno y chaquetas viejas.

Nadie sabe cuántos son, de donde vienen, ni por qué viven en las calles, dónde consiguen la comida del día pidiendo. Hacen sus necesidades en bolsa plásticas las cuales depositan en cualquier zafacón vecino.

El aseo personal es un grave problema para estas personas que no disponen de un sanitario ni de un baño como otros seres humanos.

Generalmente visten ropas raídas, tenis o zapatos viejos, que alguien tiró a la basura, gorras, suéteres o chaquetas desechadas.

Muchos de los sin techo están acompañados casi siempre por uno o dos perros callejeros a los que alimentan de lo poco que consiguen, y con los cuales duermen.

Otra característica de los que viven en las calles es que casi siempre llevan consigo un saco con varios envases plásticos (galones y botellas) en las que conservan agua, jugo y refrescos de soda.

Cuando llueve estas personas no tienen dónde guarecerse debido a que otras personas los rechazan por razones de higiene y desconfían de quien no va bien vestido o que presenta señales de ser un enfermo mental.

“Los sin techo” no solo se observan en la calle El Conde y sus alrededores, sino que se encuentran por doquiera en Santo Domingo.

Es frecuente ver a decenas de personas que duermen debajo de los elevados y pasos a desnivel existentes en la ciudad, y en los parques y plazas públicas.

En lugares como el parque de la avenida Braulio Alvarez, en Villa Consuelo, es notorio el número de personas que duermen en ese espacio, igual que en el parque Enriquillo de la avenida Duarte, entre las calles José Martí, Caracas y Ravelo.

Entre estas personas hay una elevada cantidad de haitianos, muchas de ellas mujeres.

UN APUNTE

Cero ayuda
Las personas que no tienen un lugar donde vivir, no son objeto de ningún programa gubernamental que los ayude a reinsertarse de manera productiva en la sociedad. Muchos de los sin techo son efermos mentales que deambulan por la ciudad en situación de indigencia.