Opinión

El destino del PRD

El destino del PRD

La política engloba a todas aquellas actividades orientadas en forma ideológica a la toma de decisiones para alcanzar objetivos. El término también se usa para nombrar al ejercicio del poder y para la resolución de conflictos.

De ahí que para un partido político, la ideología es un elemento fundamental ya que lo distingue de los demás, lo define claramente y guía su accionar.

Una de las primeras definiciones de partidos políticos se debe a Edmund Burke, quien en 1770 escribió: “Un partido es un cuerpo de hombres unidos para promover, mediante labor conjunta, el interés nacional sobre la base de algún principio particular acerca del cual todos están de acuerdo”.

Los fines requieren medios, y los partidos son los medios adecuados para permitir a esos hombres poner en ejecución sus planes comunes, con el poder y la autoridad del Estado.

En el PRD la lucha es empresarial y no ideológica

Con esta definición procuramos revisar el perfil de los partidos políticos dominicanos, pero en especial del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) que en la actualidad no se sabe, a ciencia cierta, hacia donde va, porque de un lado están las siglas y del otro la militancia.

Al tratarse la política de una ciencia, obliga a quienes procuren su ejercicio formarse adecuadamente a fin de no hacer el ridículo ante la sociedad ni la militancia.

En el PRD, a diferencia del PLD, la mayoría de sus dirigentes, o al menos quienes se disputan su control, no son profesionales de la política sino de los negocios. Miguel Vargas, Hipólito Mejía y Luis Abinader, ninguno de ellos es político de profesión sino hombres de negocios.

Esa es una de las razones con la que en la pugna interna ninguno de los sectores haya hecho referencia a cuestiones ideológicas sino personales.

El distanciamiento entre el grupo de Miguel y el de Hipólito no obedece a la forma de interpretar el socialismo democrático ni su aplicación a la realidad dominicana.

Ese sencillo elemento es que marca la diferencia entre el accionar de los perredeístas de hoy y Peña Gómez, quien nunca dejó de lado las cuestiones ideológicas en cada uno de su accionar.

 

El Nacional

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