Opinión

El discurso de Leonel

El discurso de Leonel

He observado con detenimiento la diversidad de opiniones vertidas sobre el discurso reciente del doctor Leonel Fernández, a través de una cadena de radio y televisión, en el que fijó su posición respecto a una eventual reforma constitucional, cuyo único objetivo es quitar el impedimento que tiene el presidente Danilo Medina para optar por otro período presidencial.

Es innegable que el máximo dirigente del PLD y aspirante a un cuarto período presidencial dijo muchas verdades y medias verdades. Hizo, además, citas de pensadores y figuras históricas internacionales que enriquecieron el discurso en su forma. Pero todo lo que dijo y lo que dejó de decir fue a su conveniencia. Y más que beneficiarle políticamente, esa intervención le perjudicó, pues usó una serie de alegatos jurídicos y éticos que nunca practicó durante sus doce años de gobierno.

Leonel Fernández posiblemente sea el político dominicano menos indicado para estar exhibiendo poses de apego a la Constitución de la República, porque nadie como él ha violentado más la Carta Magna, inclusive la vigente que auspició e hizo aprobar, publicada el 26 de enero del 2010.

Se definió como un individuo sin ambición de poder, pensando que la gente olvida que solía decir ser partidario del modelo norteamericano de dos períodos y nunca más, pero aparte de haber sido presidente 1996-2000, el modelo de Estados Unidos él lo agotó, al gobernar dos veces consecutivas, es decir, del 2004 al 2012. Pero reformó la Constitución en el 2010 y quitó el “nunca más”. ¿Para qué lo quitó si es tan desprendido y no tiene ambición?

Lo quitó para volver en el 2016. Y para tales fines colocó a sus seguidores en todas las cortes, se blindó judicialmente para impedir eventuales sentencias desfavorables para él y los suyos ante el rosario de imputaciones de hechos criminales, destruyó al PRD con el aval del TSE, pensando así, sin obstáculo en el camino, que su retorno sería inminente.

Las cosas no han salido como esperaba. Muchos no hemos olvidado que dos organismos internacionales le atribuyen haber hecho los gobiernos más corruptos del continente y del mundo. Y sin mencionar los oscuros vínculos que le atribuyen, este hombre se presenta en la televisión hablando de honradez, de decoro e invocando a Jehová. ¡Válgame Dios!

El Nacional

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