Muchas personas no dan importancia a los dolores torácicos o de pecho, sin pensar que atender a tiempo este síntoma podría ser la diferencia entre la vida y la muerte.
Un dolor en el pecho puede ser por diversas causas, entre ellas procesos pulmonares o gástricos como neumonía, y dolores pleuríticos, herpes zoster, úlcera gástrica o gastroduodenal, espasmo esofágico, esofagítis por reflujo, cálculos biliares o costocondritis (cuando se inflama la unión de las costillas con el esternón).
Sin embargo, las causas principales y más peligrosas son los problemas cardíacos, como angina de pecho, infarto agudo al miocardio, diseccion de aorta torácica y pericarditis.
No siempre el dolor torácico será por problemas cardíacos, existen otras causas como las antes citadas, sin embargo la primera causa en la que debemos pensar es en infarto al miocardio, o más bien cardiopatia isquémica, que es la enfermedad de las arterias coronarias que podría producir un infarto al miocardio, o una angina de pecho, porque estas son las causas que de manera aguda podrían comprometer la vida del paciente, señala la cardióloga Wanda Peña.
Ni se ve ni se palpa
La profesional de la salud manifestó que el dolor de pecho es un síntoma que el médico no puede ver, ni palparlo y que es el paciente el que lo refiere.
El especialista hará una serie de preguntas que ayudarán clínicamente, en conjunto con los laboratorios y los procedimientos, como electro, ecocardiograma, entre otros, a descartar la causa cardíaca, indicó la doctora Peña, quien tiene su consultorio en Hospiten.
Explicó que estos dolores son más frecuentes después de los 50 años, en el hombre, y después de los 60 en la mujer, sin embargo, debido a los factores de riesgos, y a los cambios negativos en el estilo de vida, que han adoptado los países en vías de desarrollo, están sucediendo cada vez más infartos en pacientes jóvenes, entre 30 a 40 años.
Resaltó que los dolores de pecho por problemas cardíacos muchas veces se pueden presentar como un simple dolor en epigastrio, debajo del omoplato o mareo.
Eso es muy importante en los grupos atípicos que previamente mencioné, aun sin que el paciente refiera dolor torácico, los síntomas que podrían acompañar el dolor serían sudoración profusa y fría, náuseas, mareo, debilidad y la característica de que el dolor aumenta con el esfuerzo o el ejercicio.