Opinión

El ejercicio del periodismo

El ejercicio del periodismo

Sean pues, mis primeras palabras, para felicitar aquellos periodistas y comunicadores que actuaron como verdaderos héroes y heroínas para mantener informado a cada minuto de manera profesional y ética las incidencias del paso del huracán Irma por el territorio de República Dominicana.

Fue una labor titánica, intensa, arriesgada y prolongada la realizada por los periodistas y medios de comunicación con el único y supremo propósito de mantener informada de cada detalle a la población sentido general.

Gracias a esetrabajo, el balance hasta el momento según informa en su último boletín el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) es de que 24,076 personas quedaron desplazadas a causa de las lluvias y crecidas de ríos y arroyos dejados por el huracán Irma.

La pasión política y el afán de rating no pueden llevar a una franja de la comunicación
Además 13,415 personas están en casas de familiares, 10,701 en refugios oficiales, 2,683 viviendas fueron afectadas, 114 destruidas. No se han reportado víctimas fatales.

Visto lo anterior, es menester preguntarse cómo es posible que algunos seudos comunicadores y periodistas sacaran la versión de atribuirles a las autoridades del Gobierno y al presidente Danilo Medina de inventarse el huracán para supuestamente sacar de la opinión pública el tema de la corrupción y la impunidad.

Es una canallada, una perversidad, una bajeza, opinar a través de los medios de comunicación sobre semejante barbaridad. Pero másaún, es una infamia del tamaño de la Catedral atribuirle poderes celestiales al jefe de Estado y su funcionariado para traer o detener fenómenos naturales al país. Pobrecitos.

La pasión política y el afán de rating no pueden llevar a una franja de la comunicación social a niveles tan bajos y rastreros. Eso no es periodismo responsable, eso se llama retorcimiento, manipulación, abuso, cobardía, falta de profesionalidad y ética.

El ejercicio del periodismo en la República Dominicana está en crisis. Es urgente una profilaxis profunda en los medios de comunicación en donde se ponga a cada quienl en su lugar.

Ya basta de que profesionales de otras áreas y enganchados al oficio de periodista sigan opinado y desinformando sin ningún criterio profesional ni apego a las buenas normas del periodismo del Siglo XXI en nombre de la democr

El Nacional

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