Opinión

El espejo

El espejo

Una franja de la dirigencia de los partidos presume que los votos recibidos  constituyen un cheque en blanco. Ahí reside el error. En una sociedad como la nuestra, la práctica partidaria posibilita ascenso social y reconocimientos.  Por eso, la clase política se torna excluyente y opera con reglas invertidas donde los valores y aspiraciones esenciales, no necesariamente coinciden con los esquemas ciudadanos establecidos fuera del sub-mundo de las militancias.

Los tres partidos con mayor ascendencia en la población electoral han cometido el error de pretender que sus normas se impongan a la sociedad. Años atrás, era entendible porque el peso específico de los líderes históricos desbordó sus organizaciones. Concluido el ciclo de Peña, Bosch y Balaguer la nación asumió a sus sustitutos desde una óptica humana capaz de asociar al nuevo ordenamiento político mayores miserias y debilidades. 

Los pueblos no perdonan a los dirigentes que no interpretan con ponderación y madurez las coyunturas. Inclusive, sus virtudes terminan pulverizadas ante posturas irresponsables y seducidas por aspiraciones miserables.

Milito con sentido cuestionador. Y debo reconocer que al PRD no le hace bien presentarse  como una organización donde el  toma y daca transforma la política en mercado vulgar.  Y es que una parte importante de la población que votó en la pasada convención trasladó al partido sus iras antigubernamentales y no podemos llenar de decepción a la gente que asume la propuesta partidaria como  acción diferenciadora del oficialismo. Encontrar puntos de entendimiento sobre bases programáticas de fuerzas que no resultaron triunfadoras, pero pueden aportar, es una buena señal. Ahora bien, tomar el camino del reparto retrata de cuerpo entero a un sector y podría contaminar los elementos distintivos que hicieron realidad los resultados convencionales.

La política responsable y comprometida se articula alrededor de ideas para el cambio.

 Reunirse y realizar una propuesta honesta frente al país es la principal responsabilidad del PRD.

Los errores del pasado están en el espejo. Ojalá le garanticemos a la sociedad no reproducirlos.

El Nacional

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