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El flaco  mágico

El flaco  mágico

Dicen que es hoy es un ex flaco, pero soy testigo de cómo aún le ronda y acosa una fiera indomable.

 Su estro es el del trovador sin vacaciones, como la amistad que profesa a todo lo que respira y abraza.

Es un filántropo y un poeta sin cuadres ni estridencias. Aborrece las lentejuelas de la frivolidad, aunque éstas podrían llevarlo al parai$o,  y como José Martí: “cultiva una rosa blanca”, en el patio bendecido y enamorado  de su castillo de sueños.

Y por supuesto, con todo lo antes dicho, se hace innecesario que aclare que el duende referido responde al nombre de José Antonio Rodríguez (La Romana, 20 de julio del 1954). Fiel militante de la noble estirpe del rocío. Amante clandestino de la lluvia y del jueves madrugante. Amigo que sabe ser hermano. Inventor de las fábulas que hacen corto e inmejorable el camino. Creador de canciones que dan motivo a los días que creemos sin sentido,  cuando la noche se agrava y alarga, y tizna al alma el estupor por el agrio inesperado de los despropósitos.

Cuentan que se cobija bajo un cencerro invicto, ataviado de mil colores e historias caminantes.

Murmuran que colecciona luceros y luciérnagas sonámbulas, y que a éstas –siembra a deshora-, las hace bailar y habitar sin horarios bajo un almohadín, donde sus hijos han aprendido a alimentarse con savia de mimos y cigarras parlanchinas a medio tono. ¡Y a ras de cielo y luz inflable!

Hay quienes atestiguan que todas las canciones las ha compuesto con lirios nacidos bajo los abrazos y camino al mar.

Y que “entre amigos”, se suspenden peces y gorriones en coyunda de vuelos infinitos tras su incansable guitarra trotamundos. Guitarra, por cierto; ciega y múltiple, por el azar y el amar de los duendes que le colman y satisfacen.

Lo conocí hace casi tres décadas, mas descubrí su grande humanidad hace poco menos de un lustro, cuando enfrentada al afanar de una dolencia catastrófica, su solidaridad nos demostró que magia y donosura jamás cederán su espacio y corazón a la barbarie, la indiferencia y el desespero.

Lo sé verdaderamente humano y cercano. Hay en sus manos y garganta un tocadiscos en ronda. Oigamos con delectación como coteja “el flaco mágico” -iniciada la noche-, sus cachivaches irredentos. Aquí “entre nos”… es de sabios callarse mientras él canta.

 Discografía

 “José Antonio Rodríguez”, con arreglos de Manuel Tejada, Jochi Sánchez y Juan Luis Guerra (1985). “Cara o Cruz”, junto a Víctor Víctor. Arreglos de Jorge Taveras y Juan Luis Guerra (1986). “Amor para voz y piano”. Producción y arreglo de Jorge Taveras. (1987). “Confesiones”, con la producción y arreglos de Jorge Taveras (1988).

“Se vende”, producido y orquestado por Gonzalo Rubalcaba (1991). “Recuento”, con arreglos de Jorge Taveras, Jochi Sánchez, Juan Luis Guerra, Gonzalo Rubalcaba y Peng Bian San(1997). “Huellas”, producido por Manuel Tejada (2001) y “Me quiere no me quiere”, producido por  Guy Frometa (2010).

El Nacional

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