Opinión

El gato y el ratón

El gato y el ratón

Decía Deng Xiaoping, “no importa que el gato sea blanco o negro, lo que importa es que cace ratones” y efectivamente China salió a cazar ratones con una economía capitalista y un gobierno autoritario. Con una economía de colectivización y planificación, era un país extremadamente pobre.

En 1978 Deng Xiaoping toma las riendas y crea unas zonas que permitían la privatización de la producción y un mercado capitalista y la producción de industrias estatales se reduce al 20% como consecuencia de la privatización económica. Al mismo tiempo comienza su participación en el proceso de globalización con su entrada al comercio mundial y a las instituciones globales. Se integra al Banco Mundial en 1980, dos años después de su ascenso al poder.

De acuerdo a las cifras del Banco Mundial del 1980 al 2010 la tasa de pobreza se redujo del 80% al 10% lo que significa que 500 millones de personas salieron de la pobreza. China abrió su mercado al mundo y el “Made in China” se convirtió en una marca global.

En la actualidad Estados Unidos y China son los gigantes de la economía mundial y China se enfrenta a las medidas adoptadas por Donald Trump de imponer aranceles a las importaciones chinas, a limitar la adquisición de compañías estadounidenses por empresas chinas y la transferencia de tecnología a firmas chinas para disminuir el déficit comercial.

Se supone que el déficit de Estados Unidos con China es de 60,000 millones de dólares y de acuerdo a los que se ocupan de las cifras, Estados Unidos y China representan el 40% de la producción mundial.
China anuncia que tiene una lista de 128 productos estadounidenses a los que podrían poner aranceles en respuesta a las medidas de Donald Trump.

El Nacional

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