¿Qué Pasa?

El hipo un episodio molestoso

El hipo un episodio molestoso

Aunque apenas dure unos minutos, el molestoso hipo aparece cuando menos se espera y puede hacer pasar un momento bien incomodo, especialmente cuando ocurre en bebés o en niños pequeños.

El término médico para este episodio conocido como hipo es singultus; se trata de una contracción o espasmo del músculo que separa el tórax del abdomen, llamado diafragma, estas contracciones son intermitentes e involuntarias, provocan una inspiración súbita y el cierre abrupto de la glotis generando el sonido característico que todos conocemos, así lo explicó la doctora Elizabeth Santos Cucurulo.

Señala que los episodios de hipo de corta duración o agudos pueden ser comunes en niños y adultos sanos. “En el caso de los bebes pueden ser un motivo de preocupación para algunos padres, sobre todo cuando son primerizos o cuando ocurren con mucha frecuencia, pero en no representan ningún problema de salud grave.

Las principales causas de hipo en bebes y niños son:
-Por inmadurez del sistema nervioso; es frecuente en prematuros.
-Por cualquier estímulo que irrite el diafragma como por ejemplo reflujo fisiológico; tragar exceso de aire por agarre inadecuado del pezon en los niños amamantados o uso de teteras con agujeros muy grandes o muy pequeños en los niños que usan biberón.

– Ingesta excesiva de alimentos o sobrealimentación.
-Cambios bruscos de temperatura ambiental.
– Comidas demasiado calientes, frías o picantes.
-Ingesta de bebidas gaseosas. La especialista señala que demás puede darle hipo por factores emocionales como sobreexcitación; pánico, vergüenza, entre otros.

En niños mayores y en los adultos, el hipo puede ser molesto, pero en los bebés apenas lo perciben, y son mas frecuentes en los primeros 6 meses. ”Son episodios cortos generalmente de 10 a 15 minutos de duración y pueden ceder solos, sin necesidad de hacer nada”, dice.

Resalta que existen muchos métodos tradicionales para intentar frenar el hipo; a veces funcionan; pero no hay evidencia científica que sustente esas prácticas. Entre las más populares están: aguantar la respiración extendiendo el cuello; beber agua con rapidez; hacer presión en el puente nasal; hacer respiraciones rápidas y cortas; dar un susto; deglutir azúcar granulada; hielo picado o pimienta molida; apretar las piernas contra el tórax en inclinarse hacia adelante; realizar una espiración forzada si expulsar aire con la boca y la nariz tapada; compresión ocular; entre otros.

Estos métodos se basan en estimular al nervio vago lo que provocaría el cese del hipo. “En nuestro medio en los bebes colocan hilo mojado con saliva en la frente; lo que realmente no tiene ninguna función”, dice.

La especialista en pediatría recomienda que para evitar que se produzca el hipo hay que procurar que el bebé no trague mucho aire al tomar el pecho o el biberón; amamantarlo antes de que tengan mucha hambre, así evitan que esté muy ansioso y trague menos aire; no darle comida en exceso; ayudarlo a expulsar los gases después de cada toma, y evitar los cambios bruscos de temperatura.

¿Cuándo preocuparse por el hipo?
La doctora Santos Cucurullo apunta que los padres deben procuparse por el hipo del menor, cuando tiene una duración mayor de 48 horas; y si afecta sus actividades cotidianas; su alimentación o el sueño; entonces debe ser evaluado por un médico para descartar enfermedades del sistema digestivo, neurológico o respiratorio.

 

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Elízabeth Santos Cucurulo