Opinión

El hospital Pina

El hospital Pina

El presidente Danilo Medina Sánchez dialoga y escucha, da en la diana del problema, lleva solución, entrega  recursos y cumple.

El 20 de marzo dirigí una atenta y amable comunicación al presidente Danilo Medina Sánchez, acerca de la pavorosa, increíble, inmerecida y triste tragedia que viven padeciendo en carne propia miles y miles de mujeres, niños, niñas y hombres, adultos y ancianos cuando acuden a tratar enfermedades diversas al histórico hospital Juan Pablo Pina de mi idolatrado pueblo de San Cristóbal.

En esa misiva, le sugerí la importancia de que sorpresivamente, como es su estilo, visitara dicho centro, si es que pronto al salir este trabajo no lo ha hecho, lo  hará. ¡No tengo dudas!

Es cierto que el hospital Juan Pablo Pina fue objeto de amplísimas transformaciones, equipaje y otras cosas por el pasado gobierno, quien realizó una supuesta reinauguración que resultó frustrante e impropia, ya que dicho centro no estaba en condiciones de servir como se esperaba al pueblo donde yo nací y seré sepultado un día, tal vez cuando menos lo espere.

Lágrimas, impotencia, indignación, gritos, llantos, alaridos, tristeza, gemidos del corazón, justificadas protestas, reclamos, sol, lluvia, sereno, dolor, así un examen y análisis de salud en  tiempo razonable y volver a sus hogares… Eso no puede seguir.

Hace falta la designación de por lo menos 30 0 40 médicos en diferentes especialidades, con horario mínimo de 6 o 7 horas, igual que la de supervisores médicos permanentes, y tres médicos legistas.

Allí en el hospital Pina, hay valiosos y costosos equipos todavía sin instalar ni usar, ¿por qué? El superior gobierno debería aumentar el sueldo miserable que perciben los empleados y funcionarios, así todo el personal médico, las sufridas enfermeras, las laboriosas guardianes, paramédicos, mensajeros y los que se utilizan en la limpieza, preparación de alimentos, ¡ay! esas norsas-enfermeras, símbolo de amor, humanismo y sacrificio. Se necesita también más ambulancias, y repito aumento del personal en general.

El actual director regional y el director del Juan Pablo Pina no son responsables de las barbaridades. Hay que aumentar también la subvención del hospital Juan Pablo Pina.

Hay que conversar con los conductores y motoristas, asignándoles parqueos fijos, pues prestan una enorme labor en el trato a enfermos y personas allí.

Hay que enviar más miembros de la Policía Nacional para el orden, la protección y el cuido de ese centro y personas que lo necesitan y sus áreas deben estar más despejadas, limpiar, así aquellos negocios aledaños o cercanos donde se toca música, de inmediato ello debe cesar.

La brillante procuradora general adjunta de Medio

Ambiente, doctora Francia Calderón, ayudaría a controlar los ruidos y muchas cosas más.

Medina Sánchez es un gobernante pragmático, realista, honesto y sensible al dolor humano y de seguro entregará emolumentos y anunciará cosas positivas para su buena marcha y la empleomanía de los médicos.

El Nacional

La Voz de Todos