¿Qué Pasa?

El lado bueno

El lado bueno

El papá de Yaka
Puede ser que esté llegando a los 70 años o un poco más, el padre de mi amiga Yakayra, pero lo cierto es que conocerlo me dio una lección de vida que nunca olvidaré.

Su fuerza interior y su optimismo, hacen que realmente tenga menos años que las personas que tienen la mitad de su edad.
El papá de Yaka hace ejercicios diarios y es más tecnológico que muchos jóvenes, lo que justifica el que tenga en su muñeca un reloj casi “mágico” que cuenta la cantidad de pasos que debe dar al día para que su cuerpo esté activo, eso hace que se mantenga chequeando cuántos lleva y cuántos le faltan para cumplir este reto.

Sentado, chequea su celular, así como lo hacen los jovencitos de hoy, pendiente de cada mensaje, cada noticia, sabe donde tiene cada foto y las muestra con orgullo.
Rueda la imagen de su moderno celular y enseña con orgullo sus hijos, sus hermanas y la casa que les ayudó a construir. Muestra su esposa y sus nietos.

Muy conversador, me cuenta que cambió su alimentación por una más sana, en la que come las cosas que sabe le hacen bien a su cuerpo. De repente se para del sillón y regresa con una máquina grande y pesada, de esas que anuncian por televisión, en la que dice hace sus jugos mezclando todo tipo de frutas.

Se ve, y así lo dice, que se siente fuerte, saludable, feliz, en pleno disfrute de la vida, de su familia y de la estabilidad económica que le permite tener pocos dolores de cabeza.

Afronta la vida como lo hacen los valientes, buscando las soluciones antes de plantearse los problemas y fracasos. Por eso un día se vio afectada su salud, y al borde de una operación luego de informarse, decidió tomar medicinas naturales. Hoy cuenta que es poco lo que se siente y se considera casi curado sin ir al quirófano. Cuenta esto lleno de risas, satisfecho de cada paso que da en la vida y seguro de que caminando bien, Díos te llena de bendiciones.

No ve los malos amigos, porque solo habla de los buenos, resalta la valoración de la empresa para la que trabajó y en la que está jubilado, porque le ha servido para mantener su familia y tener credibilidad en el aspecto económico.

Es casi un inventor, porque hace todo lo que quiere en su casa y su vida, solo porque, como pocos, está plenamente seguro de que puede, y nadie lo va a convencer de lo contrario. Por eso tiene la mitad de su edad.