¿Qué Pasa?

El lado bueno

El lado bueno

Siempre te doy like

Ella estaba sentada de espaldas en el espacio que ocupa en la oficina de su trabajo, él, mientras, entraba por la puerta lateral y caminaba despacio, midiendo los pasos para que no suenen y poder sorprenderla.
Daba gusto verlo, así como da gusto ver a la gente cuando se manifiesta cariño sincero en público, demostrando que el mundo no está tan mal como pensamos.
Ella conversaba animada con una compañera, mientras él seguía caminando y se ponía cada vez más cerca de su espalda.

Los que lo miramos seguíamos esta historia como quien no tiene nada que hacer.
Por fin llegó, se colocó detrás de ella y como dice Luis Fonsi, “despacito” puso sus manos en la cara de ella y tapó sus ojos, por unos segundos, mientras ella, quieta, pensaba quién era el que la sorprendía.

Luego la soltó, ella se puso de frente y se fundieron en un abrazo sincero de mucho cariño, era como si se extrañaran, parecían de esos amigos que se quieren mucho, pero por diferentes circunstancias, aunque están cerca, no se encuentran, no se dedican el tiempo que necesitan para fortalecer su amistad.

Un abrazo y otro abrazo, unas cuantas palabras breves que no escuché bien, y luego, él la miró, le preguntó por su hija y se sorprendió al saber que ya casi caminaba y no la conocía.

Sonriendo le quiso decir una frase que la hiciera sentir que la quería, pareció pensarla un rato y luego la dijo con todo el amor del mundo, con todo el cariño y entusiasmo que se merecía esa amiga: “siempre le doy like a todo lo que pones en tu facebook”, y se alejó sonriente, dejándola alegre de haberlo visto.

Una amiga dice que el mundo cambió, y es cierto, hasta el idioma cambió, hasta las palabras sinceras: te extraño, o que gusto me dio verte, han cambiado, pero lo ¿mejor? de todo es que la gente se siente feliz con ese nuevo idioma que parece encerrar las palabras reales y cambiarlas por las ficticias.

“Te di like”, “sígueme en mis redes”, “estas bendecida”, o respuestas a publicaciones que en realidad no te gustan, en las que sueles decir: “bella”, “muy hermosas las tres”, son los verdaderos idiomas que se dedican a las personas que casi no ves, pero a las que entiendes dejas bien conformes.