¿Qué Pasa?

El lado bueno

El lado bueno

Momentos de alerta
Mi amiga Gina dice, con sobradas razones, que tanto el hombre como la mujer deben entender el lenguaje mudo que da el alerta del desinterés de tu pareja.

Dice, de manera muy cruel, que no se lucha contra la corriente y que si te das cuenta de que ya la persona que amas, no quiere estar contigo, debes tener la entereza y la dignidad de retirarte, antes de que, como dicen por ahí “la cosa pase a mayores”.

Y es que por cruel que parezca, ya pocos amores son eternos y por eso son tan admirables los que se aman hasta ser viejitos, aún a sabiendas de que talvez nunca sabremos lo que ambos han aguantado para mantenerse unidos. Juntas unas cinco mujeres de experiencia, contábamos momentos indiferentes con nuestras parejas, que en un momento determinado nos dejaron el convencimiento de que era momento de terminar todo.

Perla contó que luego de 7 años de matrimonio, su esposo llegaba a la casa cada día en las tardes, metía las llaves en la puerta, entraba y se dirigía a su habitación, se daba un baño, se tiraba en la cama, encendía el televisor, y ella se daba cuenta de que llegó, cuando le molestaba el ruido de la película que veía.

Tremendo “ahorro”, se habían eliminado los saludos y el interés en saber si su esposa estaba viva o muerta, desde su salida de la casa en las mañanas. Lina confesó que tenía ya tres meses sin tener relaciones íntimas con su esposo ¿por qué? ni ella lo sabe. Solo sabía que el tiempo pasaba y el no la tocaba. ¿Y tu? –le preguntamos- “siento un gran alivio”, contestó, porque sin duda ambos habían perdido el interés. Juana nos dejó pasmadas cuando contó que ya casi tenía un año que no le dirigía la palabra a su marido, desde un día que llegó ebrio a la casa y la golpeó hasta dejarla en el piso con la boca rota.

El no volvió a mirarla y ella tampoco. Dejó de hablarle a ese “perro”, dijo mientras las demás pensábamos con miedo, que cualquier circunstancia podía generar nuevos golpes.

Albania terminó una relación de cinco años con su pareja, porque un día, después de discutir y que éste la denigrara echándole en cara todo en lo que fallaba, de repente ella lo miró de frente y le sorprendió su mirada de hastío. Otro día la miró como quien observa a alguien que ya no quiere ver más, a la persona que más odias. Por eso ella se fue. Muchos indicadores te alertan a dejar, o buscar soluciones para seguir. ¿Qué harías tu?