Opinión

El liderazgo de Abinader

El liderazgo de Abinader

Escribí varios artículos en el año 2008, cuando la población todavía no conocía al licenciado Luis Abinader Corona, asegurando que el joven economista y empresario estaba destinado a convertirse en un gran líder del escenario político nacional, con posibilidades de llegar a la Presidencia de la República.

Y es que observé que el hoy candidato del Partido Revolucionario Moderno, principal de oposición, conforme a todos los estudios de opinión, está adornado de atributos personales básicos para el crecimiento y el éxito en cualquier actividad de la vida diaria, incluyendo, sobre todo, a la política. El tiempo se encargó de corroborar mi tesis.

Abinader Corona no sólo es un hombre actualizado sobre la problemática nacional e internacional —aspecto que suele valorar la clase media—, sino que es un caballero por excelencia, brindando sonrisas y saludos a todas las personas. A pesar de su condición de empresario no hace ostentaciones económicas, es humilde y no discrimina a nadie por nivel social.

Pero si esas cualidades son importantes, no menos importante es la prudencia que exhibe. Es joven, pero no comete errores, porque piensa antes de hablar o de actuar. Además, está dotado de lo que ahora los especialistas de la conducta humana denominan “inteligencia emocional”, manteniendo siempre la cordura ante personas que lo han provocado y lo han subestimado.

Siempre fue un gran subestimado, pero el conjunto de cualidades descritas antes más su enorme capacidad de trabajo han contribuido a echar por el suelo el abjetivo de “muerto” que le atribuían. Con su contundente triunfo ante Hipólito Mejía, el político dominicano de mayor carisma, ya no se le puede subestimar. Y en este momento se conocen estudios que le otorgan porcentajes de aceptación que superan el 30%.

Un 30% con tendencia al crecimiento ilimitado, porque el candidato del PRM no tiene techo. Es un político sin rechazo en la población, dato que he resaltado en múltiples artículos. El liderazgo de Luis Abinader es una realidad. Es un producto fresco a ofertar ante las eventuales opciones del oficialismo, que de una u otra forma (¡todas!) tienen cuota de responsabilidad con la corrupción pública y/o la impunidad.

 

El Nacional

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