Urbanísticamente hablando es una aberración llamar obelisco hembra, al Monumento a la Independencia Financiera, su nombre verdadero
Hace pocos meses se creó una intensa polémica debido a que este monumento fue usado por el Despacho de la Primera Dama para colocar promoción de una campaña en valores.
A este uso, se opuso el arquitecto Emilio Brea García mediante tres cartas. A muchos no importó mucho la polémica, que tiene su trascendencia.
Tras el incidente, finalizado cuando la estructura ha vuelto a ser dotada del color blanco hueso original, hay una historia que debe ser resaltada: fue inaugurado en un inusual martes 29 de febrero de 1944 para conmemorar la redención de la deuda externa, cancelada en 1947 , mediante pago a Estados Unidos de US$ 9, 271, 855.55. Es de discreta estética monumentalista (tiene escasos 20 metros de altura).
Antes se le decía el Trujillo-Hull porque fue producto del tratado o acuerdo firmado por Rafael Trujillo, el dictador dominicano, y Cordel Hull, el Secretario de Estado de EU. Para iniciar el proceso de pago y cobro antes citado, el que a su vez, resultaba una afrenta ante la intervención aduanal de 1907.
Explica Brea García que el monumento realmente no es un obelisco. Tiene dos piezas, insinuaciones aladas, que despejan el centro en corte ortogonal, dando paso a la imaginería popular, morbosa por un lado que lo miró como dos piernas femeninas abiertas hacia arriba, el arquitecto Brea García, que suministró los datos de este reportaje, el monumento debe ser restaurado lo que implicaría corregir la superficie, todavía con señales de impactos de bala que datan de 1965. Pide que le repongan dos alusiones escultóricas en alto relieve que aluden a musas, las cuales estaban en ambos extremos (oeste y este) y que le pongan dos tarjas en tres idiomas (francés, inglés y español) para explicarlo, los motivos fechas y reconocimiento a sus diseñadores.
Historia
La historia es interesante: dos exiliados españoles, uno catalán y otro manchego, arquitectos que se asociaron, y que habían llegado al país en el piróscafo Cuba, el 11 de enero de 1940, fueron sus creadores (diseñadores) y constructores. Habían salido de Burdeos, Francia, el 20 de diciembre de 1939. Joaquín Ortiz García (Valladolid, 1899 – Ribadesella, Asturias, 1983) y Tomás Auñón Martínez (Madrid, 1910 Cd. México, 1992) fueron una dupla excepcional que mutó profesionalmente en República Dominicana y fue víctima de las nostalgias y las aprehensiones políticas y económicas y no se puede dudar que también de las sociales. Quizás por ello se separaron y mientras Auñón Martínez siguió camino a México, Ortíz García regresó a su patria.
Estuvo listo tres años antes del saldo de la totalidad de la deuda y cuatro después de la firma del Tratado que se realizó en octubre 1940. Un día, desde el Despacho de la pasada Primera Dama, a alguien se le ocurrió que podría ser aquella la mejor valla publicitaria o promocional de la capital dominicana, y lo pintaron de verde. Bajo el liderazgo de Consuelo Despradell y Waldy Taveras, lo pintaron parcialmente de blanco, labor que completó la alcaldía del Distrito Nacional.
UN APUN TE
Ley de Arte Público
El diputado Manuel Jiménez ha introducido un proyecto de Ley de Arte Pùblico que garantiza la integridad de monumentos como éste, obliga a los constructores de nuevas edificaciones a presupuestar una parte de arte público en las instalaciones que levantany crea condiciones para que la gente disfrute del arte a la vista.
