Jorge González
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La crucifixión y muerte de Jesucristo, independientemente de si se es creyente o no, se ha convertido a través de los tiempos en uno de los acontecimientos políticos, sociales y religiosos más importantes en la historia de la humanidad; quizás por esto no es de extrañar que todos los objetos o reliquias vinculados a este hecho adquieran un valor histórico, religioso y sagrado sin precedentes.
Los clavos, lanza, corona de espina, cruz, etc. entre otros objetos que se dice tuvieron contacto con el cuerpo de Cristo durante su crucifixión y muerte se han transformado en objetos rodeados por un velo de misterio, fascinación y hasta falsificaciones, a tal punto que en la actualidad casi todos crean controversias; pero quizás el que más polémica ha creado, en tiempos modernos es el santo sudario de Turín o manto sagrado.
El santo sudario conocido también como “sudario de Turín” o “sábana santa”, es la manta o sabana con que fue cubierto el cuerpo de Cristo, según los escritores de la época, después de la crucifixión.
Este manto es un trozo de lino que mide 436 cm por 113 cm, en la actualidad se encuentra en la capilla real de la Catedral de San Juan Bautista, en la ciudad de Turín en Italia.
¿Pero por qué se cree que este es el manto que cubrió el cuerpo de Cristo? La respuesta es sencilla, en este trozo de lienzo se muestra la imagen de un hombre que presenta marcas y heridas similares a las causadas por una crucifixión, lo que hace creer a muchos que la tela de lino fue la que se usó para cubrir a Jesús después de su muerte.
Aunque para tener una mejor percepción de la imagen es bueno verla a través de negativo fotográfico que en el color original. Es bueno señalar que esta imagen fue descubierta en el 1898, cuando se observó en un negativo de una fotografía tomada por el fotógrafo aficionado italiano Secondo Pia durante su exhibición en la catedral de Turín.
El relato histórico más antiguo sobre la existencia de este lienzo se remonta a 1353, cuando un caballero, francés Geoffroy de Charny, lo exhibió en una iglesia que construyó en la región de Champagne, Francia.
Tiempo después pasó por varias manos y lo último que se conoce es que fue casi destruido por un incendio en 1532 antes de llegar a su último destino a la Catedral de San Juan Bautista en 1578, en Turín, Italia. Se desconoce si para ese entonces la imagen podía verse a simple vista.
¿Auténtico o falso?
Diferentes teorías se han debatido durante muchos años sobre la autenticidad de este lienzo. Unos afirman que es el mismo lienzo que cubrió a Jesús en el sepulcro y que durante su resurrección su imagen quedó impregnada en forma de negativo fotográfico en las fibras. Otros argumentan que el sudario es un fraude o falsificación de la época medieval.
Según datos colgados en la Internet y documentales de History Channel, explican que en el año 1988 tres laboratorios distintos autorizados por el Vaticano sometieron al sudario a pruebas de carbono 14 a fin de determinar su antigüedad, y todos concluyeron que fue tejido en la Edad Media.
Después de nuevos estudios se determinó que la prueba sometida a carbono 14 fue una parte restaurada del lienzo por lo cual los resultados pudieron ser erróneos.
Otros estudios
El equipo del STURP (Proyecto de Investigación de la Sábana Santa) con permiso nuevamente del Vaticano, sometió al sudario a pruebas de rayos X, fluorescencia y químicas durante 120 horas; en la investigación se concluyó que no contiene pigmentos, colorantes, pinturas u otras pruebas de fraude.
Dice el informe
“Sobre las fibras no se han encontrado ni pigmentos, ni pinturas, ni tintes o manchas. La radiografía, la fluorescencia y la microquímica de las fibras confirman que no es posible que la imagen fuera realizada con pintura”.
Sigue diciendo “El reforzamiento de la imagen por ordenador y el análisis mediante un aparato conocido como Analizador de Imágenes VP-8 demuestran que la impronta contiene codificada información única y tridimensional”.
Concluyen que el manto es auténtico, pero sin embargo, explican que no se conocen métodos químicos o físicos que puedan explicar la totalidad de la imagen.
En 2011 luego de cinco años de investigación, los científicos de la Agencia Nacional de Nuevas Tecnologías, Energía y Desarrollo Económico Estable de Italia, encargados por el Vaticano de investigar el tejido, llegaron a la conclusión de que la reliquia es auténtica.
“El Sudario se remonta al siglo I después del Nacimiento de Cristo, es decir, no es medieval. Y se comprobó la total ausencia de pigmentos, o sea, no fue hecho por la mano del hombre. Todos los fragmentos que hemos hallado son de origen orgánico, en este caso sangre”.
Origen del manto
Sin importar las diferencia que puedan tener en uno que otros detalles en la vida de Jesús los cuatro Evangelios (de San Mateo, San Marcos, San Lucas y San Juan) cuando tratan el tema del entierro del Mesías coinciden en afirmar que después de la muerte del Hijo del Hombre en la cruz, José de Arimatea que era uno de su seguidores se entrevistó con Poncio Pilato para que le entregaran el cadáver.
Según los cuatro evangelistas el cuerpo de Jesús fue bajado de la cruz y entregado a Arimatea quien ya había comprado una sábana en donde envuelve el cadáver para luego depositarlo en un sepulcro cavado en la roca, después hizo rodar una piedra para dejar cerrado el sepulcro.
Como dato curioso es bueno hacer notar que solo el Evangelio de San Juan habla de la intervención de Nicodemo, el hombre que la noche antes había visitado a Jesús, quien llego trayendo un compuesto de mirra y de áloes. Tomaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en lienzos con especias aromáticas, según es costumbre sepultar entre los judíos.
El Papa y el manto
En el 2015 la noticia de que el papa Francisco había orado el domingo 21 de Junio ante el santo sudario de Turín, fue informado por todos los medios de prensa.
“En completo silencio, el papa “sentado frente a la reliquia de Jesús miraba y bajaba la cabeza, en contemplación y oración. Finalmente se persignó, se levantó y camino subiendo los escalones que lo separaban de la misteriosa sábana y tocó el vidrio que la protege”, reseñó Radio Vaticano.
Después en una misa en la Piazza Vittorio el papa dijo, “El sudario atrae hacia la cara y el cuerpo martirizado de Jesús y al mismo tiempo nos empuja hacia la cara de los que sufren o son perseguidos injustamente”.
Pero aun queda la pregunta ¿Es el manto de Turín la mortaja de Jesús?
UN APUNTE
Crucifixión
La crucifixión ha sido una de las maneras más terribles en las que los hombres han sido ejecutados como castigo por las faltas cometidas contra la sociedad o simplemente por injusticias. Esta forma de ejecución no es sólo muerte, sino también tortura prolongada, dolor, agonía. Fue en su época el método de ejecución legal más horrible. No sólo era un método de castigo y muerte, sino también una advertencia a todo el que pensara vulnerar las leyes.
EL DATO
Reliquias
Aparte del manto
de Turín otras 8 reliquias como lo son: La túnica santa de Jesucristo, la lanza sagrada, la corona de espinas, la verdadera cruz, el velo de Verónica, la escalera santa, el Santo Grial y los clavos de la crucifixión que se conservan en distintas partes del mundo, estan bajo el mismo manto de misterio de si son falsas o verdaderas.
